4/4Para Eduardo Santamarina, la convivencia con los Cantoral Zucchi ha sido de los episodios más entrañables en su vida, sin dejar de mencionar que tiene muy presente ese rasgo tan único que por siempre caracterizó a su exsuegra, quien se distinguió por ser una mujer alegre y siempre positiva. De la misma manera, recuerda a don Roberto Cantoral, que partió en 2010. “Una señora muy apasionada y también don Roberto, que en paz descanse, otro señor también muy apasionado en cómo enfrentaban y en cómo vivían la vida y por eso ahora sus cuatro hijos, los conoces a los cuatro, y ves desde su forma de cómo hablan y cómo se comportan, son seres humanos muy apasionados, muy entregados, no hay medias tintas…”.
Para Eduardo Santamarina, la convivencia con los Cantoral Zucchi ha sido de los episodios más entrañables en su vida, sin dejar de mencionar que tiene muy presente ese rasgo tan único que por siempre caracterizó a su exsuegra, quien se distinguió por ser una mujer alegre y siempre positiva. De la misma manera, recuerda a don Roberto Cantoral, que partió en 2010. “Una señora muy apasionada y también don Roberto, que en paz descanse, otro señor también muy apasionado en cómo enfrentaban y en cómo vivían la vida y por eso ahora sus cuatro hijos, los conoces a los cuatro, y ves desde su forma de cómo hablan y cómo se comportan, son seres humanos muy apasionados, muy entregados, no hay medias tintas…”.