Ale Capetillo narra cómo fue que terminó en el hospital en urgencias

La joven contó, en un video de Youtube con su hermana Ana Paula, que en días pasados, sintió un fuerte dolor por el casi la internan

Por Tania Galván

Con la frescura que las caracteriza, Ale y Ana Pau Capetillo, hijas de Biby Gaytán y Eduardo Capetillo, utilizaron uno de sus videos en Youtube para contar cómo fue que, en la semana pasada, la menor, terminó en urgencias por un fuerte dolor en la espalda. Debido a que cuando la joven se comenzó a sentir mal estaba con su hermana, fue Ana Pau quien comenzó con este relato: “La historia de cómo Ale acabó en urgencias, en la madrugada”, comentó la mayor quien, hace un par de semanas, también enfrentó una condición médica, luego de acudir al dentista a que le extrajeran las muelas del juicio, situación por la que estuvo alejada de las redes sociales, según contó en su vlog donde las jóvenes  comparten con sus seguidores anécdotas y tips de belleza.

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Tras la presentación de su hermana, Ale Capetillo contó cómo un dolor la sorprendió en la noche: “Hace como cuatro días, todo estaba perfecto, normal, es más, hasta fuimos a trabajar, yo me sentía perfecta, como cualquier día”, contó la joven quien reveló cómo fue que cuando dormía un fuerte malestar la hizo abandonar la cama: “Yo me levanté a la mitad de la noche, de la nada, empecé a sentir un dolor súper fuerte en la espalda y en la panza, horrible, de que no me podía mover, así pasé toda la noche sin poder dormir”, debido a que las jóvenes se encontraban en casa de un amigo, realizando un trabajo, al otro día, Bibi Gaytán fue por ella para llevarla al doctor.

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Lo raro del caso de Ale fue que, en la mañana, cuando su mamá la llevó al médico, el dolor casi había desaparecido; sin embargo, los médicos la revisaron para descartar cualquier enfermedad, incluso Covid-19, pues en su visita al nosocomio se sometió a una prueba. Tras su revisión, las jóvenes regresaron a casa de su amigo, porque existía la posibilidad de que tuviera el virus, por lo que decidieron aislarse. Aunque con los medicamentos se sintió mejor, esa noche, nuevamente, se sintió muy mal y decidió llamar a sus papás para correr al hospital a urgencias. Las chicas destacaron que la saturación en el hospital era evidente, situación que elevó la tensión sólo de pensar que Ale hubiera tenido que ser internada.

Ale continuó narrando como, para ese momento, el dolor era insoportable: “Empecé a llorar (del dolor) y le dije a mi mamá: ‘me duele horrible, no me puedo ni parar’. Paso a urgencias, me meten a un cuartito, me empiezan a hacer preguntas y mi papá contestaba por mí y de la nada, veo que traen una silla de ruedas, la batita y me meten a un cuarto para tomarme una tomografía. Yo sí estaba muy espantada, pasó lo peor por mi cabeza”. La joven reconoció que la situación le dio mucho miedo, aunque, por fortuna, pudo regresar a su casa para pasar la noche con sus papás: “Nos dejaron más medicinas y dijeron que si me seguía sintiendo mal me tenían que internar”.

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El extraño desenlace

Ale regresó a casa, para, horas después, recibir los resultados de la prueba que se hizo durante su primera visita al hospital: “Ya me habían dicho que no tenía Covid-19”. Aunque cuando llegó a su hogar ya se sentía muy bien, horas después, el malestar regresó con más fuerza: “Me levanto a la una de la mañana y empiezo a sentir un dolor infernal, yo hasta rezaba… a las dos de la mañana, mi mamá pasa por mí, me voy a dormir con ella y otra vez, pésima noche. Mi mamá poniéndome toallas frías en la panza, por si tenía algo inflamado, al siguiente día me levanté súper bién”, de manera misteriosa, la joven no obtuvo un diagnóstico del dolor que la mantuvo en vela tres noches y que, de manera inexplicable, desapareció: “A partir de ahí, he estado bien, no me ha vuelto a pasar, pero no tengo nada diagnosticado y solo sabemos que no es Covid-19”, finalizó.