A un año de haber pisado por última vez el foro de Ventaneando, Jimena Pérez está de vuelta. Como parte de la visita que la conductora realiza a nuestro país, esta tarde, reapareció en el programa donde su público la esperaba, así lo manifestó en redes sociales donde se convirtió en tendencia. Como si jamás se hubiera ido, tomó su silla en la emisión y dejó claro que, a pesar de estar alejada de la televisión, ha estado al pendiente de la información que se genera en el medio del espectáculo nacional. Al inicio de la emisión, La Choco dio detalles de cómo ha pasado estos días en la Ciudad de México y de su vida en Madrid, ciudad la que se mudó con su familia, con el objetivo de que su hijo Iñaki recibiera la mejor terapia para tratar el trastorno del neurodesarrollo que padece.
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Como pez en el agua, Jimena comenzó el programa diciendo: “Los extrañaba, gracias a toda la gente que me ha escrito de, ¿cuándo vas a estar?, siempre es un placer. Aprovechando un viajecito de trabajo esta es parada obligada”. Durante su presentación reconoció que de las cosas que más extraña de nuestro país son los platillos típicos: “Ahora más que nunca cocino comida mexicana. ¡Hice pozole!”. Sobre los avances en las terapias de su hijo Iñaki comentó: “Va poco a poco, sobre todo en la cuestión emocional que a veces les cuesta mucho trabajo hemos visto un avance”. También dio detalles de cómo vivió el pequeño, de cinco años, el aislamiento y recordó el incidente cuando se salió de su casa.
La Choco contó que, aunque al inicio de la contingencia, sus hijos estaban felices, en casa, con los días, Iñaki comenzó a mostrar los signos del encierro: “Al principio todo estaba perfecto, pero empezó, que nunca sucede porque es muy tranquilo, empezó a tener crisis, entonces, hacía coraje y se empezaba a pegar en la cadera, nos dimos cuenta un día y dijimos esto no es normal, entonces, después aprobaron que todos los niños que tuvieran un problema neurológico tenían la posibilidad de salir”, explicó. Aunque Iñaki tenía permiso de salir, Jimena reveló que se tuvieron que enfrentar a la falta de empatía de la gente que los juzgaba sin saber por qué eran tan necesarios los paseos en medio de la pandemia.
Tal como lo dio a conocer hace un par de semanas, sus hijos Iker e Iñaki ya regresaron a la escuela de manera presencial. Sobre cómo le fue al más pequeño en su vuelta al colegio, Jimena reveló: “Pasó mucho tiempo, estuvimos encerrados mucho tiempo, se juntó la pandemia con las vacaciones de verano, llevaba seis meses sin ir a la escuela, como que perdió mucho contacto con sus compañeritos, pero poco a poco lo vemos que se involucra, el profesor se involucra muchísimo, le pone los mismos ejercicios que a todo, él va con Frank, su terapeuta”, detalló.
La nueva terapia de Iñaki
Tal como revelaron hace un tiempo en un Live en Instagram, Jimena Pérez y Rafael Sarmiento, están apostando por varias terapias para Iñaki y reveló que está comenzando con una que promete muy buena respuesta por parte de su hijo: “Estamos intentando todo tipo de tratamiento (…) vamos a empezar con una nueva terapia que se llama ABA, es la única terapia avalada por la Organización Internacional de la Salud para niños con Autismo, es una terapia que a mucha gente le parece invasiva porque son muchas horas por semana y debes de tener a los niños en terapia, se da generalmente en casa. Es una terapia conductual en la que ven por qué el niño se comporta de tal manera. Lo que nos convenció es que no les importa ni saber que tiene el niño, ni en qué grado, trabajan para que él pueda hablar y se pueda desarrollar o hacerlo más independiente, cosa que nos pareció muy bien”, finalizó.