Fernando del Solar habla del apoyo de sus hijos en la adversidad: ‘Más grandes se los voy a agradecer’

El conductor reveló detalles que nunca había compartido de cómo lidió con el cáncer cuando sus hijos, Luciano y Paolo, eran muy pequeños

Por Tania Galván

Durante su lucha contra el linfoma Hodgkin, que le fue detectado en 2012, Fernando del Solar ha sido un libro abierto sobre su difícil proceso para vencer este tipo de cáncer. A la distancia, el conductor ha querido hablar de uno de los temas del que poco había dado detalles: el papel de sus hijos en esta situación. Debido a lo pequeños que eran Luciano y Paolo, en aquel entonces, el argentino tuvo que lidiar con la crisis de salud, sin descuidar su rol de padre, una faceta en la que muchas veces tuvo que ausentarse debido a su tratamiento: “Hoy digo tuve, la suerte o la desgracias, la maldición o la bendición, que a los 8 o 9 meses de Paolo a mí me diagnostican la enfermedad, cáncer. A partir de ahí todo, el rol y el juego familiar se transforma, Luciano tenía 3 años, por cumplir 4, Paolo apenas iba a cumplir 1, me acuerdo que había días en que yo regresaba del hospital, después de las quimios, muy afectado y les decía, hoy papá no tiene ganas de jugar”, comentó en entrevista para el programa Ventaneando.

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Durante esta plática que concedió desde Morelos, donde pasa la cuarentena, recordó cómo aunque sus hijos eran muy pequeños, se convirtieron en su mayor fortaleza para poder salir adelante: “Después de una quimio hay fiebre, tu cuerpo se pone caliente, sientes silbidos en las orejas, te salen llagas, estás destruido y me acuerdo que ellos venían, yo estaba acostado y me cuchareaban, Luki se ponía atrás, me abrazaba, Luciano se ponía adelante y eso para mí era genial, porque, sin decirme, nada ellos me estaban dando toda la fuerza, no había ni que llorar, ni decirles hijos te amo, era sólo sentir su calorcito, su corazoncito como latía. Hasta el día de hoy no he logrado decirles esto, pero cuando sean más grandes se los voy a agradecer”, dijo.

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Aunque los niños, de forma natural, se convirtieron en su mejor bálsamo para seguir luchando por recobrar su salud reconoció que, en un momento, prefirió que no lo vieran y explicó por qué: “Cuando pasé momentos ya muy fuertes físicamente, cuando estaba muy delgado, muy amarillo muy demacrado, era yo quien no quería que me vieran así, yo no quería que se quedarán con esa imagen, si esa iba a ser la última”, recordó. El conductor reveló que ahora que sus hijos son más grandes (tienen 11 y 8 años) y él continúa lidiando con complicaciones médicas, derivadas de la debilidad que le dejó el tratamiento, ha cambiado de opinión y les consulta qué es lo que desean: “Después de tener otro problema en el hospital, a fin del año pasado, les platiqué: ‘Ustedes qué preferirían, ¿ver a papá o no ver a papá en estas condiciones?’. Ellos me dijeron queremos estar cerca de papá y estuvo padrísimo porque me dieron una lección a mí”.

Su recuperación

Fernando confesó que, debido a esta situación, ha preferido abrirse con sus hijos y hablar del ciclo de la vida: “Claro que he platicado con ellos, se los he platicado como un cuento, como yo viví la muerte, porque cuando yo estuve en coma tuve, los griegos le llaman epifanía, como este encuentro con la divinidad y eso a ellos les encantó, les encantó saber a dónde nos vamos, porque le tenemos mucho miedo a la muerte, a qué es eso de la muerte”, confesó. A pesar del largo proceso que ha tenido que vivir, Fernando reconoció que está muy bien de salud y, por fortuna, se está recuperando de su último paso por el hospital: “Gracias a Dios hoy les puedo decir que voy muy bien, mi recuperación va muy bien, estoy subiendo de peso, comiendo bien, como te decía, estoy en Cuernavaca porque aquí al haber menos altura hay más oxigenación hay menos contaminación y mi recuperación es más rápida”, finalizó.

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