Las charlas entre famosos se han vuelto cada vez más comunes en Instagram donde ayer, las amigas Marimar Vega y Rossana Nájera protagonizaron una en la que, a corazón abierto, hablaron de un tema muy personal: la maternidad. Como nunca, las actrices revelaron sus razones por las que no han tenido hijos; en un acto de honestidad, compartieron con sus seguidoras que ambas sufrieron pérdidas. Para sorpresa de sus fans, la hija mayor de Gonzalo Vega contó que durante su época de casada atravesó por un episodio como éste.
MÁS NOTAS RELACIONADAS
- Tras anunciar su separación de Marimar Vega, Luis Ernesto Franco se refugia en la fe
- Marimar Vega por fin revela cómo es su relación con Luis Ernesto Franco -y su situación sentimental-
Sincera, reconoció que no tiene claro si buscará ser mamá más adelante: “Ya sé que son 36 años, no es como que tenga 20 y tengo que seguir dudando. Pero bueno, en su momento, cuando me casé, lo contemplé, lo intenté, después también perdí un bebé; esa es otra cosa, que todo mundo pierde bebés y no se atreve a hablar de eso, después me divorcié y decidí que no quería tener hijos”. Aunque Marimar no hizo la acotación, se refería al matrimonio que sostuvo, de 2015 a 2018, con el actor Luis Ernesto Franco.
Marimar confesó que, tras aquella pérdida, pensó que ya no lo intentaría, pero después el amor tocó de nuevo a su puerta: “Empiezas a tener otra relación, a tener la ilusión de formar una familia y yo siempre he dicho que no quiero ser mamá, digo, si me toca será, pero como por decisión mamá soltera, si en algún momento yo decido ser mamá, se me antoja el plan familiar, yo crecí en una familia, soy muy familiar, me encantan las familias, por lo cual, si tuviera hijos sería así”, explicó.
La actriz reveló que, con su mascota, descubrió su lado más protector: “Se van a reír mucha gente de mí, van a decir que soy una tonta, pero La Chata, es parte fundamental que desató ese instinto maternal que yo pensé que no tenía”. Debido a las dudas respecto a la maternidad optó por congelar sus óvulos: “Hace un año, exactamente cuando nació mi sobrino, Zuria me invita a su parto; justo antes de que me invitara yo ya había tomado la decisión de congelar mis óvulos y son de esas decisiones muy Marimar que la hice a la loca, como de ‘¡Ah sí, los voy a congelar!’, como si fuera algo sencillo y el proceso fue durísimo, a mí me pegó muchísimo”, recordó.
En ese sentido, Zuria se replanteó su papel en la familia, una situación que ahora ya no le preocupa: “Me conflictuó muchísimo, como si estuviera mal ser la tía tomando el video, entonces fui a terapia también, me dio como un post-parto-depresión de Zuria, con respecto a mi congelada de óvulos, lloraba y lloraba. Después empecé a acomodarlo así: ‘Sí yo en algún momento soy la tía Marimar y eso es, está bien”, detalló. En esta charla también reconoció que, a la fecha, la maternidad es una faceta que todavía no tiene claro si quiere o no experimentar: “Ahorita estoy ahí, en el no quiero, no sé”, finalizó.