Por más de un mes, Jimena Pérez y Rafa Sarmiento han seguido al pie de la letra las indicaciones sanitarias que las autoridades españolas han impuesto en Madrid, ciudad en la que residen desde agosto de 2019. Aunque cumplen con todas las recomendaciones, en su caso, además de acudir al super, tiene otra salida agendada: los paseos con su hijo Iñaki. Debido al Trastorno Específico del Lenguaje que padece el niño -razón por la que cambiaron su residencia a España- tienen permitido que el pequeño disfrute de pequeños recorridos, con el objetivo de estimularlo y continuar con su terapia. Si bien estas salidas están autorizadas por el gobierno, el periodista se ha enfrentado con ataques de personas en la calle que lo juzgan sin conocer la verdad.
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A través de Twitter, Rafa contó cómo ha lidiado con estos ataques: “He salido a pasear con mi hijo en varias ocasiones. He recibido gritos y reclamos cada vez. Cabezas meneando en signo de desaprobación. Yo, llevo una inmensa camiseta que dice Autismo, la tuve que hacer yo (...) Recibí reclamos hasta de una adolescente que me gritó ‘¡Oiga no! Eso no se vale eh’. Lo raro es que, no sé qué hacía ella afuera. El 19-M @Sanidadgob dictó una instrucción para que los niños con TEA y otros trastornos pudieran dar un paseo con un padre o tutor”, explicó.
Rafa aseguró que no le parece justo tener que protagonizar este tipo de escenas: “Soy vecino de Chamartin, por donde suelo pasear con mi hijo (…) Eso tiene que parar. Mi camiseta dice ‘sonríeme, no me grites’, ya con la segunda me conformo. Gracias. La gente no lo sabe porque están en lo suyo y nada de atención prestan cuando se trata de empatizar o informarse de algo que no les incumbe, pero si se trata de reclamar o increpar, entonces gustosos participan”.
Rafa narró que, durante su más reciente paseo, una patrulla lo detuvo; sin embargo, cuando se dieron cuenta de la situación, los policías, lo apoyaron y hasta tuvieron un guiño muy lindo con Iñaki: “Los dos oficiales, se disculparon, incluso en un acto de empatía y buen rollo, le prendieron las torretas de luces de la patrulla a Iñaki quien les mandó un beso y les dijo ‘adiós’. Me sentí incluso apoyado por ello”, contó.
Sarmiento aprovechó esta denuncia para compartir un artículo de en el que se enlista los beneficios que provocan estos paseos en personas con este tipo de trastorno: “Si estoy violando algo, la policía se hará cargo y me multará. No es su problema. Ellos no son ninguna autoridad ni tiene derecho a increpar a nadie. No tienen por qué meterse con la gente. Menos si está lleno de símbolos. Primero observen. Se vale preguntar, más no reclamar”, finalizó.