“Lejos de estar enojados, estamos más unidos a Dios y entendiendo que en la vida pasa lo que él quiere”, con esta poderosa conclusión Ferdinando Valencia se ha explicado la ausencia de su hijo Dante, a quien acompañó hasta el último momento. Durante la entrevista que el actor y Brenda Kellerman le concedieron a Jorge Van Rankin, Valencia recordó como fueron los últimos instantes al lado del bebé a quien, reveló, tuvieron la oportunidad de bautizar antes de su partida.
Luego de que los médicos les informaron del deterioro en la salud del bebé, Brenda y Ferdinando, en un acto de valentía y amor incondicional, decidieron quedarse y acompañarlo hasta que se fue: “Salimos unos minutos y de repente dijimos, 'no es lo que nosotros queramos, él está necesitando estar con alguien y vamos a estar con él' (…) Nos metimos a estar con él, le rezamos mucho, hablamos mucho con él y le dijimos que ya lo soltara que, si él necesitaba a irse que se fuera, que algún día lo íbamos a ver y que lo íbamos a extrañar mucho”, contó Ferdinando.
El actor reveló que, en medio de la situación, Dante recibió el sacramento del bautismo, algo que los llenó de tranquilidad: “Lo bueno que ese día lo alcanzamos a bautizar, nos hizo sentir mucha paz, entregárselo a Dios antes”, explicó. Aseguró que de primer momento, no podía entender por qué le bebé tenía que irse: “Yo decía, ‘Dios, déjamelo, déjamelo, quiero disfrutar la vida, lo quiero conmigo, por favor, dejámelo. No se puede vivir así”.
Confesó que, aunque él quería disfrutar de su hijo, tuvo que entender lo que iba a pasar: “Claro que cambiaba todo por Dante, yo decía, ‘lo quiero conmigo, lo que me cueste, lo único que necesito es tiempo, porque ganas tengo de sacar adelante a mi familia”, comentó el actor visiblemente conmovido. Aunque fue difícil, Ferdinando sabe que esta prueba le dejó una gran lección: “Si a mí no me hubiera dejado una enseñanza esto, sería tan desesperante como decir que la vida de mi hijo no tuvo sentido, ¿sabes? Te centra, porque te dice lo que realmente importa”, explicó.
Aunque Tadeo, el mellizo de Dante, es todavía muy pequeño, Brenda y Ferdinando vieron un cambio inmediato en su actitud, luego de despedir a su hermanito: “Dicen que hay una conexión entre los gemelos, los mellizos… nosotros empezamos a ver a Tadeo muy diferente al minuto uno que su hermanito se fue, él estaba con una actitud de paz, relajado, llorando menos, sonriente descansado como si, de alguna manera, sintiera el dolor de su hermanito, no sé”.
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Refugiados en su fe y en el amor familiar, Brenda Kellerman y Ferdinando Valencia continúan sus vidas, fortalecidos con la experiencia y consientes de la linda misión que tuvo su bebé en la tierra. Por último, el actor aseguró que de toda la situación hay algo que lo reconforta y lo llena de paz: “Si tu entiendes que los planes de Dios son más importantes que los tuyos, descansa uno mucho”, finalizó.