Tras el difícil momento que Brenda Kellerman y Ferdinando Valencia experimentaron, con el sensible fallecimiento de su hijo Dante el pasado 3 de agosto, la pareja ha querido transformar todo ese dolor en amor. Aunque se han refugiado en la fe y no buscan encontrar culpables, durante la charla que sostuvieron con Jorge Van Rankin, para el programa Hoy, el actor dio a entender que los problemas de salud que aquejaron a su bebé pudieron haber sido provocados por una mala decisión médica.
Si bien no quiso señalar a nadie en específico, Valencia narró cómo fueron las primeras horas de Dante que pudieron ser cruciales: “Diez días antes de que nacieran vienen los problemas porque ella empieza con principios de preclamsia, tienen que madurarles los pulmones a los niños, el ginecólogo que la estaba viendo en ese momento dijo ‘este es el día, vamos a tenerlos ya para no exponerlos’ y en verdad se empiezan a venir las cosas de una manera que, estoy seguro, que si la primera, tan solo la primera toma de decisiones hubiera sido diferente, todo sería distinto”, explicaron.
Ferdinando aseguró que cuando nacieron los bebés, ambos recibieron muy buena calificación por los médicos, por lo que siente que la meningitis bacteriana la adquirió luego de nacer, en el hospital: “Estaban muy bien, los tabuladores marcaban perfección para nuestros hijos, pero alguien dijo ‘veo que uno está mal, vamos a darle oxígeno dos horas y después te lo regreso’”, explicó el actor. “Es obvio que si el niño sale cinco días después del hospital y está con nosotros una semana, que fue la semana que más lo disfrutamos, la bacteria la pescó en el hospital”, añadió.
Aunque Ferdinando está en paz con este tema, siente que hubo algo en la primera decisión médica que cambió el rumbo de la vida de Dante: “Pasan las dos horas y digo ‘¿qué pasó? ¿dónde está mi hijo’; me dicen ‘pues si ya le dimos dos horas, ya te lo vamos a cobrar vamos a dejarlo que pase la noche’ (…) En la búsqueda de sus propios intereses no sabían lo que estaban detonando en nuestras vidas porque es obvio que ellos no tenían una mala intención tal vez”, explicó.
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Si bien en ningún momento dudó de las indicaciones médicas, por momentos las medidas llamaron su atención, como cuando, luego de nacer los médicos se llevaron a Dante y tuvo que esperar un turno para que el nuevo médico le diera luz verde para salir, tiempo que el pequeño no recibió alimento: “No me lo alimentaron”, comentó cuestionando de alguna manera el proceder del hospital en Miami donde nacieron los pequeños.
