Orgullosa por su maternidad, Erika Buenfil ha seguido al pie de la letra una regla de oro, mantener una clara comunicación con su hijo Nicolás, quien ya es todo un adolescente. Precisamente, ha sido esta etapa una de las más complejas para la actriz, pues asegura que ha tenido que responder con toda honestidad algunos de los cuestionamientos que el joven le ha hecho últimamente, en específico aquellos relacionados con su origen, pues él está plenamente consciente de quien es su padre. Pero más allá de cualquier circunstancia la unión entre ambos se fortalece con el paso de los días, una experiencia que la llena de motivación para salir adelante.
Erika abrió su corazón acerca de cómo ha llevado el tema de tratar con Nicolás la historia de su padre, Ernesto Zedillo Jr., algo que asegura el joven ha podido llevar de la mejor manera, sin embargo, ha habido momentos en que la atención ha tenido que ser más enfocada. “Y cuando tuvo un momento difícil (Nicolás) acudimos con una especialista, se tomó unos días de terapia, unos meses, y le ayudaron mucho, y yo creo que lo que le ha ayudado mucho es que yo soy muy clara y muy transparente con él, no hay mentiras, y eso le da a él mucha seguridad…”, contó en entrevista con la periodista Mara Patricia Castañeda.
La actriz de telenovelas incluso contó que desde que Nicolás era pequeño tuvo sus primeras charlas con él, pues lo más importante siempre ha sido explicarle quien es su padre. “No es un fantasma, ni jamás le dije se murió, se fue, no. Así están las cosas y él sabe finalmente quién es (su papá) y quién es su abuelo…”, reiteró durante la plática. Buenfil incluso evocó uno de los instantes más difíciles de Nicolás, cuando siendo más pequeño en la escuela confesó ser nieto del expresidente. “No le creían, entonces él lloró y dijo: ‘sí es’ y vino y me dijo: ¿Verdad que sí mamá?’”, agregó.
La también cantante y conductora de televisión reconoce que Nicolás ha podido aterrizar más el tema de su padre conforme crece. En parte, gracias a la apertura que ella ha tenido en todo momento, como cuando en la escuela le preguntaron si el niño tenía permitido revelar el nombre de su progenitor. “Me habla a la escuela la maestra y me dijo: ¿Tiene permiso de decirlo? Y le dije: ‘Sí tiene permiso de decirlo y no tiene por qué ocultarlo, es la realidad’… No tiene por qué cubrir algo, por qué entrar en un juego…”, declaró la actriz.
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Hoy, las cosas han cambiado y la felicidad crece en el corazón de Erika, quien asegura que si no tuviera a Nicolás todo sería distinto. “No tuviera la alegría que tengo al verlo, y a lo mejor no tuviera este empuje, a lo mejor estuviera apática o seca por dentro…”, confesó. En ese espacio también destacó la postura que ha tomado el joven con respecto al tema de su papá, con quien según la estrella no ha tenido contacto. “Ahora ya es mucho más reservado porque sabe que es un tema de cuidado en ese aspecto, pero lo tiene claro y a lo mejor un día va y los busca…”, contó.
