Una memorable página se ha escrito en la historia de amor que une a Salma Hayek y François-Henri Pinault. Ahora, el feliz matrimonio vuelve a celebrar por la gran oportunidad de compartir una vida, y ser los entrañables cómplices que además hicieron realidad el sueño de formar una familia. A casi una de década de que los enamorados se dieron el “sí, acepto”,-en una boda de ensueño celebrada en Venecia-, han vuelto a poner en alto este compromiso, ahora con una ceremonia sorpresa que tuvo lugar en el bello escenario natural de Bora Bora, en la que renovaron sus votos matrimoniales.
Para enaltecer este romántico episodio, los esposos contaron con la presencia de dos imprescindibles testigos: Valentina, la hija que ambos tienen en común, y la guapa Mathilde Pinault, a quien el empresario francés tuvo durante su pasada relación con Dorothée Lepère. En una primera postal ambas aparecen completamente emocionadas, siendo partícipes de este instante de unión y amor incondicional, mientras Valentina arroja a sus papás lo que parece ser una lluvia de pétalos de flores.
Con el sentimiento a flor de piel, Salma reveló más fotografías de la ceremonia y contó cómo fue que pasó todo. El significativo detalle, que en un principio se rodeó de misterio y que parecía una simple salida al spa, cobró sin duda gran relevancia en la vida de la estrella. “El mejor momento de este verano fue cuando mi marido me organizó una ceremonia sorpresa para renovar nuestros votos matrimoniales…”, comenzó diciendo la veracruzana en el álbum de fotos que abre con una romántica imagen de los dos sonrientes y tomados de la mano, mientras ella sostiene un ramo con flores blancas.
La sencillez de este cálido acontecimiento fue evidente en cada uno de los detalles. Los dos usaron atuendos casuales, dando lugar solamente al cariño que día con día crece en sus corazones, aunque Salma fue sincera y confesó la simpática razón por la cual usó el vestido rojo con el que aparece en las instantáneas. “Yo hubiera escogido otro vestido pero me dijeron que íbamos al spa #sorpresa…”, escribió la estrella, quien además lució su rostro al natural y llevó la melena suelta, optando simplemente por la comodidad. En otro capítulo de este especial día, los enamorados posan con su certificado de matrimonio, mirándose frente a frente y usando coronas y collares de flores blancas.
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Para renovar sus votos, los dos unieron sus manos y permitieron que cayera agua de una caracola sobre ellas. Después, mostraron los listones de hojas con los que sellaron su unión y finalmente Salma aventó por todo lo alto su ramo, mientras Valentina y Mathilde prestaban toda la atención para atrapar el reluciente buqué. Salma Hayek y François-Henri Pinault primero contrajeron matrimonio por el civil en la ciudad de París en 2009, pero fue en abril de ese año cuando realizaron su boda en Venecia, Italia, en presencia de su hija Valentina, quien tenía un año y siete meses de edad.
