Sería casi imposible imaginarse a Leonardo DiCaprio en un papel tierno y cariñoso tratando de entretener a una niña. Sin embargo, esta escena fue una realidad durante el US Open, en Nueva York, donde el ganador del Oscar quedó tan encantado con una pequeña que hasta la dejó decidir si le gustaba o no la selfie que se habían tomado. Separados por una pared de palco a palco en el Arthur Ashe Stadium en Flushing, Nueva York, el actor y la niña entablaron una linda amistad en el que parecía ser el más contento no era otro sino DiCaprio.
En la secuencia de imágenes se ve a DiCaprio llegar a su lugar junto a un amigo y ponerse los audífonos para escuchar el evento. La niña que estaba sentada en su propio palco pero a unos cuando centímetros de distancia no duda en pedirle una selfie al actor, quien gustoso ve a la cámara junto a la sonriente pequeña. Hasta ahí todo normal, pero las cosas comienzan a convertirse en amistosas cuando Leonardo checa la selfie y se la enseña a la niña para su aprobación.
Éste sería solo el comienzo de la amistad que se desarrolló durante el partido. Al tener problemas con los audífonos los dos iniciaron una conversación, con el actor tratando de solucionar el incidente comparando los suyos con los de la niña. De ahí, la plática solo siguió y el actor acercaba cada vez más su silla hacia el palco de la chica ante la mirada divertida de su amigo. Cuando las cosas se pusieron interesantes y era más difícil escucharse, la niña se acerca más por encima de la barra divisoria y el actor se acerca para oírla directamente.
Por supuesto, las explicaciones sobre el partido no se hicieron esperar y DiCaprio gesticulaba animosamente con una niña muy atenta escuchándolo. Por supuesto, las risas no se hicieron esperar, sobre todo cuando Leonardo manoteaba un tanto frustrado con los resultados.
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Así, esta nena logró lo que muchas mujeres de mucha más edad han intentado sin mucho éxito, mantener cautivado al galán de la pantalla grande. Por su parte, el eterno conquistador demostró que la edad no es límite para sus encantos y que puede mantenerse siempre actual incluso con los admiradores más jóvenes.
En definitiva, estas imágenes muestran un lado que hasta ahora desconocíamos de Leonardo, el más paternal y cálido con los más pequeños.
