Antes de que termine el 2014, Pablo Lyle quiso cerrar con broche de oro el que ha sido uno de los mejores años de su vida, pues el actor no solo consiguió su primer protagónico con la telenovela “La sombra del pasado” y le dio la bienvenida a su primogénito, Mauro (quien nació en mayo), sino que este sábado puso la cereza del pastel a su vida de ensueño al contraer matrimonio con el amor de su vida, Ana Araujo.

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Fue una repentina boda que ni los propios invitados se esperaban, pues el motivo original por el que la pareja reunió a sus amigos y familiares fue para celebrar el bautizo de su hijo Mauro. Sin embargo, una vez que estuvieron todos congregados, Pablo y Ana dieron la sorpresa y celebraron su enlace por lo civil.

Entre las invitadas infalibles del evento, llevado a cabo en Mazatlán, Sinaloa, estuvieron la gran amiga del actor, Sofía Castro, quien fue madrina de bautizo del bebé y lució muy guapa en un “jumper” floreado, y la pequeña Arantza, la hija mayor de Ana Araujo, a quien Pablo ha acogido como suya.

A través de su cuenta de Instagram, el originario de Mazatlán, de 28 años de edad, agradeció a todas las personas que lo acompañaron en el inolvidable día: “Gracias a la gente que estuvo, que compartió este momento tan especial con nosotros, los que viajaron y los que no! GRACIAS!”, escribió junto a una linda fotografía en la que él y su esposa aparecen en plena ceremonia civil.

La hermosa novia, quien lució espectacular en un vestido blanco con detalle de transparencia, también compartió algunas instantáneas del momento. “Gracias por todo y a todos los que estuvieron. Que sueño vivimos ayer💫 Te Amo @pablo_lyle”, escribió junto a una fotografía en la que la pareja aparece muy enamorada sobre la pista bailando su primera canción como “marido y mujer”.

El pasado septiembre, Pablo presentó, en exclusiva para ¡HOLA!, a su primer hijo y habló sobre la mágica historia de amor con Ana, la cual comenzó en la adolescencia y renació luego de ocho años de no verse. “Tuvimos en breve romance de verano cuando ella tenía catorce y yo dieciséis años. Ocho años después, hace dos años, Ana vino a México, y cuando la vi, volví a sentir lo mismo”, relató el actor, quien, ahora, con dos hijos en casa, un amor atemporal y una carrera brillante, se prepara para comenzar el 2015 con el pie derecho y una sonrisa inquebrantable.

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