Tres días después de conocerse su inesperada separación de Tom Cruise, Katie Holmes ha reaparecido por las calles de Nueva York. La actriz, con una sonrisa de medio lado y con su pelo recogido en una coleta, se ha dejado ver a la salida del rodaje de la serie Project Runway: All Stars, concretamente en la popular Times Square. Con un vestido azul marino y un suave maquillaje, Katie ya no llevaba uno de sus habituales complementos durante los últimos cinco años, su anillo de boda.
La actriz, de 33 años, no ocultó sus manos a la salida del set de rodaje, por eso se pudo ver que Holmes ya no luce ese anillo con un gran diamante de cinco quilates que Tom Cruise le colocó en noviembre de 2006 en una boda de ensueño celebrada en el castillo Odescalchi, en Bracciano. "Ella lo hizo muy bien", dijo el director de la serie a People después de grabar junto a Katie. "Ella estaba comprometida con su papel, muy acertada en cada una de sus actuaciones y maravillosa" añadía el Isaac Mizrahi, destacando la profesionalidad de Holmes en estos difíciles momentos.
Tom, por su parte, "triste y devastado" según dio a conocer su representante, también se encuentra volcado en su trabajo y ayer el actor fue visto en Reykjavik, Islandia, a bordo de un helicóptero, encargado de trasladarle a los escenarios elegidos para rodar su nueva película de ficción, Oblivion.
Cruise, quien hoy celebra su cumpleaños número 50, ha recibido la visita de su hijo Connor, de 17 años, en el set de rodaje. Una visita, que sin lugar a dudas, se convertirá en el mejor regalo para el actor en estos amargos momentos, en los que ve como su vida se tambalea.
Holmes quiere la custodia exclusiva de su hija en común, Suri, de 6 años, y con ese objetivo en la mente, la actriz presentó la demanda de divorcio en Nueva York, a pesar de que su casa familiar se encontrara en Beverly Hills, California, pues es más probable que los tribunales de Nueva York le conceda la custodia exclusiva de Suri.
Sin embargo, Tom padre también de dos hijos, Isabella, y el ya mencionado Connor, a los que adoptó durante su matrimonio con Nicole Kidman, peleará por trasladar el proceso judicial a California, donde los tribunales quizás barajen la posibilidad conceder la custodia compartida de la niña.
La presentación de la demanda de divorcio ha sido tan solo el principio de un largo proceso que tan solo acaba de empezar y que promete convertirse en otro de los grandes divorcios millonarios de Hollywood.
