Reina Madre

De niña, lady Elizabeth. La Reina Madre ha vivido todos y cada uno de los conflictos bélicos que el siglo XX hubo de sufrir. La I Guerra Mundial le sorprendió a los 14 años. Durante la II Guerra Mundial demostró el inmenso amor que le unía a su país y se negó a huir a Estados Unidos. Este gesto -quedarse junto a los suyos en tiempos de crisis- le valió las simpatías de los británicos durante toda su vida. La Reina Madre se ha convertido en un símbolo, en un icono que mantiene a la Monarquía británica salvaguardada en los revueltos tiempos modernos.
4 Agosto 1900
Nombre: Elizabeth Angela Marguerite Bowes-Lyon
Nacimiento: 4 de agosto de 1900
Lugar: Hertfordshire
Padres: Claude George Bowes-Lyon y Cecilia Nina Cavendish-Bentin
Matrimonio: Jorge VI Windsor
Hijas: Elizabeth II Alexandra Mary Windsor y Margaret Rose Windsor
El destino la convirtió en reina... y muy querida. Se casó con el segundo hijo del rey Jorge V, el Duque de York, el 26 de abril de 1923 en la abadía de Westminster. Convertida en duquesa, tuvo dos hijas, la princesa Elizabeth(nacida el 21 de abril de 1926) y la princesa Margarita (21 de agosto de 1930). La vida transcurría más o menos plácida para el joven matrimonio, aficionado a los viajes (tanto es así que visitaron países como Sudán, Uganda o Kenia un año después de su boda). Pero su vida iba a cambiar con la muerte, en enero de 1936, del rey Jorge V.
Hasta diciembre de ese mismo año, ocupó el trono Eduardo VIII quien, el once de ese mes, abdicó por amor a una mujer americana y divorciada: se trataba de Wallis Simpson. Ante este acontecimiento, con tintes románticos para unos y escandalosos para otros, el Duque de York asumió la responsabilidad de convertirse en el nuevo Rey. La Coronación tuvo lugar el 12 de mayo de 1937. Ahí estaba lady Elizabeth, convertida en Reina regente y dispuesta a cumplir con la misión que el destino le había impuesto.
Una prueba definitiva del amor que sentía por los suyos fue la permanencia en el palacio de Buckingham durante los bombardeos de la II Guerra Mundial. Ella y su marido, en aquellos días trágicos, solían recorrer las áreas más afectadas del Reino Unido, y mostraban su solidaridad en hospitales, fábricas y otras áreas rotas por la guerra.
El 6 de febrero de 1952, el rey Jorge VI falleció en Sandringham. La que le acompañó durante cerca de treinta años, siguió trabajando por su país y colaborando en cuanto podía con su hija, la reina Isabel. Incansable, a pesar de haber superado el siglo, la Reina Madre sigue fiel a su máxima de viajar, ver y sonreír a una vida que, a pesar de sus sombras, le ha dado tanto... Entre otras cosas, el amor incondicional de su familia, en especial la de su nieto, el príncipe Carlos por quien profesa un cariño siempre correspondido.