Paloma Cuevas
Paloma Cuevas lleva la elegancia por montera. Y no es de extrañar que usemos un símil tan taurino para definir el talante de una de las mujeres más elegantes, y bellas, de nuestro país. Desde pequeña ha vivido intensamente la fiesta. A la pasión de su padre, el hoy apoderado Victoriano Valencia, le siguió la pasión de su marido, el torero Enrique Ponce. Y entre tanta pasión, Paloma Cuevas resplandece.
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No es una mujer de torero a la vieja usanza. Ella estudió Empresariales y se marchó a Boston para completar sus estudios. Sin embargo, el ambiente taurino ha sido una constante en su vida. Apenas tenía dos años cuando ya se podía ver a Palomita, como la llamaban en familia, en las portadas de papel cuché junto a su padre, quien declaraba orgulloso: "Coge el capote de forma sorprendente para su edad y no tiene miedo de los toros".
Aquella niña, a la que se le pronosticaba alma de torera, se convirtió en una de las mujeres más elegantes del panorama nacional. De hecho, los lectores e internautas de ¡HOLA! la eligieron la segunda mujer más elegante del año 2001, detrás de la reina Rania de Jordania. Pero de las españolas, la primera.
¿Su secreto? Vida sana. Aunque se la puede ver en muchos eventos sociales (y siempre deslumbrando por su impecable presencia), Paloma Cuevas pasa la mayor parte de su tiempo en el cortijo La Cetrina, donde vive habitualmente con su marido, el matador valenciano Enrique Ponce. Allí, aprovecha el envidiable entorno, para practicar distintos deportes que le ayudan a mantener una silueta perfecta y disfrutar de su hija, Paloma que vino al mundo 27 de abril del 2008.
Si la preguntan por un diseñador no dudará en señalar a Eduardo Ladrón de Guevara, del que se ha convertido en imagen; si se sigue ahondando en sus preferencias se la oirán nombres como Victorio&Lucchino o Javier Larrainzar. Así es Paloma Cuevas, una sabia mezcla de elegancia, tradición y... solidaridad. No hace mucho fue nombrada por el Ayuntamiento de Estepona Dama de la Solidaridad. Y es que su mirada va más allá de su bello rostro.