Liza Minnelli

Estrella de cine desde la cuna. Con Judy Garland de madre (¿quién no la recuerda en el entrañable Mago de Oz?) y Vincent Minnelli por padre parecía más que evidente que Liza Minnelli se iba a decantar por la interpretación y la canción. Dos facetas que tocó... y conquistó.
12 Marzo 1946
Los Ángeles, California
No llegaba a dos años y ya debutó en la gran pantalla. Liza Minnelli no fue una niña prodigio en el sentido estricto del término; su dedicación al cine se debe más bien a su inevitable correteo por diferentes estudios mientras esperaba a su madre, la gran Judy Garland, y a su padre, el director famoso por sus musicales Vincent Minnelli.
Después de distintas actividades, sobre todo en teatros, la carrera de Liza comenzó a brillar a los diecisiete años, gracias a la llamada de su madre, Judy Garland. Ambas actuaron en el famoso London Paladium. El éxito fue tan destacado, que hubieron de actuar un día más. Allí, con un público entregado a madre e hija, Liza conoció al que sería su primer marido, Peter Allen, un amigo de Judy Garland.
En los setenta llegó el reconocimiento más oficial a Liza Minnelli. Ganó en 1972 el Oscar por su increíble interpretación en Cabaret, un musical de Bob Fosse, en el que Liza interpretaba a la genial Sally Bowles. Sin embargo, tras este esplendor -Cabaret puede ser considerada una película de culto que ha pasado a la historia con mayúsculas del celuloide-, la carrera de Liza Minnelli pareció oscurecerse. Numerosos problemas de salud y una vida sentimental más que agitada provocaron que Liza fuera algo olvidada por los directores de cine. No ocurrió lo mismo con su carrera musical. Sus famosos duetos con Frank Sinatra, y sus conciertos con Sammy Davies Jr, fueron muy bien recibidos por público y crítica.
Liza Minnelli, aunque no se prodiga en sus apariciones públicas, sigue arrastrando una gran cohorte de fans por todo el mundo. Y es que el encanto de Cabaret la mantiene eternamente viva.