Geraldine Bazán

Geraldine Bazán supo desde muy pequeña que había nacido para estar frente a las cámaras. Su talento y dedicación la han colocado entre una de las mejores actrices de telenovelas en México y Estados Unidos. En el terreno personal, la ojiazul encontró en el actor y, padre de sus dos hijas, Gabriel Soto a su alma gemela.
30 Enero 1983
México, DF
Se auto describe como una persona distraída, cariñosa, impaciente, honesta, sensible; en pocas palabras, una mujer muy “loquita”. Geraldine Bazán es sincera ante todo. Nació para estar frente a las cámaras, las luces y los reflectores que la llamaban desde muy pequeña, cuando protagonizaba los videos familiares más divertidos.
Producto del amor entre Rosalba Ortiz Cabrera y Antonio Bazán Canabal, Geraldine nació un 30 de enero de 1983. Lista para triunfar en la televisión y, apoyada por su eterna cómplice (su mamá), la ojiazul comenzó su preparación actoral a los siete años con cursos de actuación, comedia musical y un comercial de televisión.
Su talento nato la hizo debutar en la pantalla chica en un comercial del desaparecido parque de diversiones “Reino Aventura”, una experiencia que relata entre risas: “hace muuuuuchos años”, dice.
Luego de su debut en los comerciales, una cosa llevó a otra y Geraldine pronto consiguió un papel en las telenovelas, donde ha construido una sólida carrera con producciones como “Alguien te mira”, “Victoria” y “Cómo en el cine”.
Su personalidad multifacética le ha abierto las puertas no sólo en televisión, en cine y teatro también posee un extenso currículum que incluye cintas como “In the time of the butterflies” (2001), “Novia que te vea” (1994), “Espejo retrovisor” (2002), además de “Pop Corn” y “Que pasó en el apagón”, en teatro.
Geraldine trabaja lo mismo en México que en Estados Unidos, país donde por azares del destino se dio el flechazo con el padre de sus dos hijas, Gabriel Soto.
Miami, Florida fue el escenario donde Cupido lanzó su flecha certera y consiguió que Geraldine y Gabriel se enamoraran durante las grabaciones de la telenovela “Bajo las riendas del amor”, en 2007.
A bordo de la nube del amor, a menos de un año de haber iniciado su relación, la pareja se enteró de que estaba en la dulce espera de su primer hijo, una noticia que además de emoción le causó muchos nervios por ser una experiencia nueva para ambos. Fortalecidos por el amor, en febrero de 2009 recibieron a Elissa Marie.
Fue hasta que Geraldine tuvo en sus brazos a su primogénita cuando vivió “la experiencia más enriquecedora y bella en todos los aspectos”. Desde entonces, la rubia sigue siendo la misma mujer, con sueños, metas y aspiraciones, pero con una prioridad muy clara: la maternidad.
Luego de debutar como mamá, en 2012, la actriz regresó a las telenovelas con “La Mujer de Judas”, trabajo que compaginó con el cuidado de su “princesa”, quien le inyectó la energía suficiente para cumplir con los dos papeles cabalmente.
Como toda pareja, Geraldine y Gabriel Soto atravesaron por altibajos, pero la amistad y complicidad que los une fortaleció la relación con la que la actriz se siente plena: “nos amamos tal cuál somos con virtudes y todos nuestros defectos”.
El amor de la pareja siguió creciendo y a mediados del 2013 anunciaron que esperaban a su segunda hija, Alexa Miranda, quien nació en febrero de 2014 y quien se ha convertido en el sol de la familia.
“Miranda es una bolita de amor, que llegó a complementar nuestro núcleo”, dice Geraldine de su bebé, que ha traído bajo el brazo cambios hermosos y positivos, especialmente para su hermana mayor, Elissa.
Fanática de la música pop y electrónica, Geraldine demuestra día a día que, con organización todo es posible, pues además de su próximo proyecto en la televisión, en la nueva serie de Telemundo,"Dueños del paraíso", el cuidado de sus hijas y esposo, los preparativos de su boda (una ceremonia que será sencilla y natural), no abandona el ejercicio y mantiene su hermosa figura con la práctica de Yoga y Kick Boxing.
Plena y feliz con lo que ha conseguido en una vida de trabajo y amor, Geraldine disfruta de su familia y pintan sus mejores momentos de azul turquesa (su color favorito), de ahí su pasión por el mar.