Angélica Rivera

No fue la industria cinematográfica quien concedió a Angélica Rivera el gran papel de su vida. Acostumbrada a ser portada de las revistas por su fama de actriz desde los años ochenta, tras su boda con el virtual presidente de México, Enrique Peña Nieto, asumió que estaba proclamando un "sí, quiero" a los cuatro vientos lleno de responsabilidades y renuncias.
2 Agosto 1970
Ciudad de México
Originaria del Estado de México, la hija de Manuel Rivera y María Eugenia Hurtado soñó con ser actriz y buscó el camino para lograrlo desde su adolescencia. No había cumplido la mayoría de edad cuando en 1987 ganó el concurso El rostro de El Heraldo de México, que le abriría las puertas al estrellato. Después empezó a hacer carrera en el mundo del espectáculo como modelo en el videoclip Ahora te puedes marchar de Luis Miguel, como imagen de conocidas firmas de belleza, como conductora de televisión y como actriz en la telenovela Dulce desafío (1989).
Más adelante se consolidó como estrella de televisión y brilló al interpretar papeles en telenovelas como Simplemente María, Alcanzar una estrella, La pícara soñadora, así como La dueña, trabajo por el que obtuvo, en 1996, el Premio TV y Novelas a la mejor revelación femenina. El público no tardó en caer rendido ante aquella jovencita que protagonizaba a la heroína de la historia. En 2003 se estrenó como villana en Mariana de la noche y demsotró sus dotes actorales para encarnar a 'la mala de la historia'.
Su papel más aclamado vendría en 2007, con la telenovela Destilando amor, que protagonizaría con el sobrenombre de “La Gaviota”, como la llaman sus seguidores, y le valió el reconocimiento como mejor actriz protagónica. Sin que ella lo supiera, sería su último trabajo como actriz. Pronto iniciaría otra historia, también de amor, pero lejos de los sets de televisión.
La química entre Angélica Rivera y el virtual nuevo Presidente de México, Enrique Peña Nieto, surgió durante un encuentro en las oficinas del entonces gobernador mexiquense en Las Lomas de Chapultepec de nuestra capital, para ultimar detalles de una campaña televisiva para promover programas de su Gobierno, que protagonizaría la actriz.
En junio de 2008, comenzó entre los dos un bonito romance que vendría a llenar el hueco dejado en el corazón del gobernador la muerte prematura, en 2007, de su esposa, Mónica Pretelini, madre de sus tres hijos Alejandro, Paulina y Nicole, y en el de Angélica, su divorcio del productor José Alberto “Güero” Castro, con el que procreó a sus hijas Sofía, Fernanda y Regina, a lo largo de los catorce años que duró su unión.
El compromiso llegó a fines de 2009, horas después de protagonizar una visita oficial al Papa Benedicto. La pareja finalmente contrajo matrimonio el 27 de noviembre de 2010, durante una emotiva ceremonia religiosa en la catedral de Toluca y teniendo a sus seis hijos como padrinos del enlace. La novia entró a la catedral del brazo de Alejandro, hijo de su prometido, enfundada en un sobrio vestido de novia diseñado para ella por el mexicano Macario Jiménez.
Su estilo personal ha sufrido una clara evolución desde el año 2008 hasta convertirse en la virtual primera dama. El peinado, el maquillaje, el vestuario e incluso la forma de caminar y sonreír han adquirido un evidente toque de sofisticación.