El verano es una prueba de fuego para el cabello y en esto están de acuerdo todos los expertos: aunque admiten que es la estación que consigue los rubios naturales más bonitos por el efecto aclarante de los rayos solares, también avisan de que los meses más cálidos del año provocan deshidratación extrema, encrespamiento, deterioro del color e incluso quemaduras en el cuero cabello, el gran olvidado de los rituales de belleza. El antídoto al problema viene con sello profesional pues los autores de los trucos que mejor funcionan para mantenerlos a salvo de los elementos son los que más saben del tema. Y es que, si el sol, la arena, el viento, la sal o el cloro comprometerán la fortaleza de tu melena, si sigues sus consejos saldrá ilesa de las vacaciones. Descubre a continuación cuáles son estos grandes consejos y cómo ponerlos en práctica desde ahora hasta septiembre.
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1. Hidratación continua
Aunque sea un cuidado importante el resto del año, el doctor Carlos Portinha, Chief Clinical Officer de la clinica Insparya, señala a la continua exposición solar, el cloro o la sal del mar como los responsables de que la melena tenga un aspecto más seco, incluso pajizo, durante los meses de vacaciones: "Hidratar el cabello durante el verano es un aspecto fundamental, y es necesario utilizar productos que mejoren la estructura del cabello y que ayuden a devolver el brillo habitual de nuestro pelo", apunta el experto, quien añade que también será necesario el uso de protectores solares específicos para combatir las quemaduras, favorecer la hidratación y detener el deterioro ya existente.
Una buena opción de cuidado son los estuches que contienen un ritual completo e ideal para viajar como el Set Hidratación de Moroccanoil, con champú y acondicionador enriquecidos con aceite de argán, vitaminas A y E y algas rojas, además de un acondicionador sin aclarado que hidrata, desenreda y protege al mismo tiempo.
Además, el doctor aconseja la utilización de gorros y sombreros para proteger el cuero cabelludo, aunque no se debe abusar ya que la zona requiere ventilación. Eso sí, el peluquero David Lorente, director del salón que lleva su nombre, tiene un consejo: "Son ideales, pero los sombreros de paja o rafia provocan un exceso de fricción sobre el pelo e incluso pueden sensibilizar el cuero cabelludo", mejor de tela.
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2. Secado al aire
El verano es la estación perfecta para dejar que la melena se seque al aire y, además de darle una textura natural, también ayuda a mantenerla saludable y a proteger el pelo fino: "En lo posible, evitar planchas, rizadores o secadores e intentar, si se usan, no superar los 150ºC. Puesto que ayuda a debilitar el cuero cabelludo y provoca el adelgazamiento del cabello", avisan desde la peluquería Blow Dry Bar. Además, desaconsejan el frotar enérgicamente con una toalla o a desenredar mientras permanezca mojado porque ambos gestos dañan la cutícula.
3. Lavar el pelo antes y después del baño
Mientras que el resto del año tratamos de dar con la fórmula mágica que permita espaciar el tiempo entre lavados, como el uso de champú seco o exfoliantes capilares, en verano dependemos de los baños en la playa o en la piscina: antes de meternos en el agua el Dr. Portinha revela que es necesario mojar el cabello para que absorba menos cloro, sal o sustancias dañinas; después, habrá que "lavar el pelo con agua tibia o fresca, ya que al utilizar agua caliente el cabello tiende a deshidratarse y puede llegar a ser perjudicial para las proteínas capilares".
Aunque el experto añade que la sal del mar es rica en minerales y proteínas beneficiosos tanto para el cabello como para el cuero cabelludo pero, como todo en la vida, el exceso resulta contraproducente y por ello es importante contrarrestarlo con agua dulce. También recomienda el uso de productos de lavado como la línea Prevent HA, de Insparya, porque gracias a su fórmula rica en ácido hialurónico proporciona una hidratación potente.
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4. Cuidar la alimentación
Las tendencias de belleza más efectivas confían en el enfoque holístico de los rituales para conseguir los mejores resultados y en el caso del cabello no es diferente: "Es importante no olvidarse de alimentos como las sardinas, la caballa o las nueces, ricos en ácidos grasos omega 3 y omega 6, ya que la vitamina C mejora la circulación en el cuero cabelludo. Otros alimentos como la zanahoria, calabaza, melocotón y albaricoque, cuyos nutritivos carotenos también son cruciales para la prevención de la caspa y la caída. Y, por supuesto, beber mucha agua, es imprescindible para hidratar la estructura interna del cabello", concluye el Dr. Carlos Portinha.
