Entonces... ¿qué es lo mejor para mí?
Lo más recomendado por los expertos es unir las fuerzas de estos productos para mejorar la producción de agua y sellarla, logrando así un aspecto saludable y radiante. Lo primero que se debe de hacer es aplicar un hidratante, para luego seguir con el humectante, pero si quieres ser más específico, entonces enfócate en tus necesidades.
Si tu piel luce delgada, apagada, con arrugas o flacidez, lo más probable es que sea deshidratación y lo que necesitas es un hidratante.
Si sientes que tu rostro es áspero y cuarteaduras, o incluso sufres de enrojecimiento o picor, tienes piel seca y lo mejor para ti es un humectante.