Huir de la perfección
Por último y como reflexión tras este repaso por las últimas novedades en medicina estética, Myriam Yébenes rescata un texto de su libro, Cómo gustarte y gustar: "La belleza no es sinónimo de perfección porque depende de los ojos que miren; por eso es lo más subjetivo que conozco. Es evidente que lo más importante es gustarse a uno mismo pero, en ocasiones, nuestra mente nos juega malas pasadas y somos tan exigentes y estrictos ante el espejo que nos convertimos en nuestro peor enemigo". Y es que, como bien razona la especialista, "no hay que aparentar tener 20 menos, sino sentirnos cuidados conforme a la edad que tenemos. Cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles con alguna característica que podemos potenciar, como el cabello, los ojos, la boca, las manos o las piernas. Pero también somos una mirada, un gesto o una forma de sonreír y caminar que nos caracteriza. Al fin y al cabo, la belleza es la armonía de todo lo que nos compone".