Lo que la dieta española puede aprender de la australiana

Parece que a la alimentación mediterránea le ha salido una fuerte competidora

Por Mariana Chacón

Desde las autralianas Elle Macpherson y Miranda Kerr hasta su 'hija adoptiva' Elsa Pataky, las celebrities que viven en este país oceánico se caracterizan por la filosofía de vida saludable de la que hacen gala a través de sus redes. Elsa es todo un ejemplo en lo que a dedicación al deporte se refiere y no duda en compartir los detalles de su ayuno intermitente, el plan de alimentación que siguen tanto ella como su marido, Chris Hemsworth. Macpherson también es toda una gurú del bienestar y los platos vegetarianos alcalinos son el secreto con el que se mantiene en forma desde que cumplió 50 años. Todas ellas tienen en común la atención especial que prestan a todo lo que comen y los expertos en nutrición comienzan a señalar los beneficios que la pirámide nutricional australiana aporta en comparación a la española. ¿Todavía no conoces los beneficios de la dieta australiana? Te explicamos todo lo que vas a querer copiar.

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Basada en las frutas y verduras

Si bien es cierto que la dieta mediterránea es una de las más saludables del mundo, la pirámide nutricional a la que estamos acostumbrados tal vez no sea la mejor. Álvaro Vargas, Técnico Superior en dietética y coach nutricional, explicaba esta semana en sus redes las principales diferencias que pueden encontrarse entre la nuestra y la australiana para explicar los beneficios que la segunda puede tener para el organismo. En la base de la primera se encuentran las frutas y las verduras, "indicando que deberían ser el 50% de nuestra dieta", apunta el especialista. En cuanto a la base de la española, está conformada por la pasta, los cereales y las harinas y revela que no fue hasta el año 2019 que se retiraron las harinas refinadas de este escalón. Como explican los expertos del obrador ECO Leon the Baker, "cuanto más blanca es la miga, peor es el pan porque estará elaborado con una harina muy refinada y nada saludable puesto que ha perdido gran parte de sus nutrientes". Además, la Dra. Pilar de Frutos, cirujana plástica y directora de la clínica que lleva su nombre, señala a los dos alimentos que se deben eliminar de la dieta si se quiere reducir la apariencia de la celulitis: "Es fundamental evitar harinas blancas refinadas y el azúcar refinado. En todo caso optaremos por harinas integrales (con germen) y Stevia". 

NO a las grasas 'trans'

Otro ejemplo del tipo de alimentos que incluye la dieta española en su pirámide, excluidos en Australia, es la bollería industrial, otro 'no' rotundo si se quieren eliminar líquidos: "Tampoco conviene que tomes mucho azúcar ni alimentos que lo contienen como bollería, golosinas, galletas y otros postres", explica la farmacéutica Rocío Escalante. Además del azúcar, los alimentos ultraprocesados también son ricos en el tipo de grasas conocidas como 'trans' y, según la recomendación de la Doctora en Farmacia Irene Santacruz, dietista y nutricionista de SYNLAB: "Hay que eliminar las grasas trans de la dieta, controlar el consumo de carne, utilizar aceite de oliva virgen extra, consumir aceitunas, aguacates y frutos secos, y pescado y otros productos del mar, evitando aquellos que ofrecen mayor presencia de contaminantes".

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Agua: la fuente de la vida

En cuanto a las bebidas, Vargas destaca que en el país oceánico la única bebida que aparece en la pirámide es el agua mientras que en España se permiten las bebidas fermentadas, eso sí, con el aviso de llevar un consumo responsable y señalarlas como 'aptas' tan solo en el caso de los adultos. Beber agua es fundamental para que el organismo funcione correctamente y, desde la Clínica Mira + Cueto, la Dra. Mar Mira nos explicaba la cantidad que habría que consumir a diario: "Deberíamos tomar al menos 2 litros de agua al día, en el hombre aumentan esas necesidades, por sus características metabólicas, en ellos estaría alrededor de los 2 litros y medio, lo que supondría sumar 2 vasos más a los 8 que necesitan las mujeres". En cuanto a los momentos del día en los que hay que hidratarse, la doctora aseguraba que "lo importante es repartir las tomas a lo largo del día y mantenerse en un equilibrio hídrico lo mas constante posible, así nuestro organismo funcionará mejor".

Proteínas animales vs proteínas vegetales

Otro de los macronutrientes esenciales de una dieta saludable son las proteínas y, mientras que en la pirámide española se priorizan las de origen animal, en el caso de Australia son las vegetales como las legumbres o los frutos secos las que están más presentes. Los expertos de Leon the Baker hablan de los beneficios que aportan las del segundo tipo: "Las fuentes de proteína vegetal contienen muy pocas grasas y además son grasas insaturadas, que protegen el sistema cardiovascular. También, contienen ácidos grasos esenciales como el omega 3 y 6, muy beneficiosos para el organismo. Los alimentos ricos en proteína animal, en cambio, suelen ser ricos en grasas saturadas". También explican que "ayudan a controlar el colesterol y mantienen la flora intestinal saludable gracias a su alto contenido en fibra" y que, al ser más fáciles de digerir, resultan perfectas para aquellas personas que sufran intolerancias. 

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Cuidado con las dos 'S'

Las dos 'S' es como los especialistas de la Universidad de Harvard se refieren a la sal y al azúcar (sugar, en inglés), y avisan de lo peligroso que resulta su consumo si no se controlan las cantidades. Esta es una limitación que sí especifican en Australia, sin embargo, Álvaro Vargas señala que esto no ocurre en España. La doctora Paula Rosso, del Centro Médico Lajo Plaza, revela que, además de a un nivel interno, el consumo de azúcar y sal también afecta a la piel. En el caso de la primera "se ha comprobado que entre los efectos a largo plazo del consumo de azúcar figuran la aceleración del envejecimiento prematuro y una peor cicatrización de marcas o heridas", explica la experta, quien añade que "el azúcar se adhiere a las proteínas en la sangre formando nuevas moléculas llamadas productos finales de glicación avanzada (GAFs), que dañan el colágeno y la elastina, contribuyendo a la flacidez y la formación de arrugas". 

En cuanto a la sal, desde el Centro Médico Lajo Plaza señalan que "5 gramos al día debería ser el límite. Cuando se consume más de esta cantidad nuestro cuerpo va almacenando el sobrante en órganos y tejidos en una proporción de 20 partes de agua por una de sal. Esto es lo que causa la retención de líquidos en el cuerpo y lo que conocemos como edemas, que lo único que son es sal y agua almacenada que no consiguen eliminar el riñón ni la piel". ¿Los efectos colaterales?  Un consumo descontrolado de sal "se aprecia en el cabello -el exceso de sal puede provocar caída capilar ya que deshidrata el cuero cabelludo-, en la piel –que se vuelve más seca y con las arrugas más marcadas- y en el contorno de ojos –en forma de ojeras y bolsas provocadas por el edema", concluye la especialista.