Si hay algo que nos une como mexicanos es aquel plato con las flores azules que hay en toda casa familiar de antaño. Las vajillas, de forma clásica, se usaban con algún detallito floral, con cada una de las piezas llevando las mismas figuras. Con el paso del tiempo esto fue cambiando y el blanco se volvió el rey. Las parejas más jóvenes pedían este color para homologar su vajilla, que décadas atrás estaba reservada para los restaurantes. Pero, como las tendencias cambian incluso cuando se trata de nuestra mesa, desde hace unos años las vajillas en bloques de color se han vuelto la norma. Algunas azules, tal vez rosas y en el caso de los más audaces en negro, han conquistado las cocinas de quienes aman poner su toque hasta en la hora de comer. Si tú todavía no te has animado a comprar la vajilla llena de color que dará un giro por completo a tu mesa, te tenemos algunos tips para que puedas combinar distintas piezas que puedan hacer de tu juego de platos el más interesante.