Los novios ucranianos que se dieron el ‘Sí, acepto’ en medio de la destrucción de la guerra

Para muchos, la promesa de un mañana mejor siempre será el perfecto aliciente cuando se atraviesa por una situación complicada. Sin embargo, para quienes viven en medio de la guerra, esas promesas se reducen al mínimo, por lo que su presente es lo único que les queda. Eso lo saben muy bien Nastya Gracheva y Anton Sokolov, una pareja originaria de Ucrania, que decidió celebrar su boda en medio de las ruinas y el desastre que ha dejado la invasión rusa en su país, enviándole al mundo con esta emotiva acción un poderoso mensaje de esperanza, dejando en claro que, incluso en el momento más oscuro, el amor siempre será la única opción.

Antes de que Ucrania entrara en conflicto con Rusia, el pasado 24 de febrero, Nastya y Anton vivían una vida normal, en donde ella trabajaba como enfermera en una clínica oncológica y el como médico particular. Y aunque al estallar el conflicto bélico tuvieron la oportunidad de refugiarse en otro país, lo cierto es que la pareja decidió quedarse y servir a su patria, atendiendo a todos aquellos que necesitaran de atención médica en medio del conflicto. Es por eso que tampoco han querido cancelar sus planes de boda, aprovechando al máximo cada segundo de su presente ante un panorama sumamente desesperanzador.

Conscientes de la situación que afrontan, Nastya y Anton no lo pensaron más y decidieron darse el ‘Sí, acepto’ en medio de los escombros de la ciudad de Kharkiv, destruida completamente debido a la guerra, y en un momento en el que la incertidumbre es el sentimiento constante, pero seguros de la decisión que han tomado. Los novios celebraron la ceremonia al interior de lo que era un gran centro comercial y después posaron para su sesión de fotografías en medio de las ruinas de Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, mostrando así al mundo la destrucción que ha dejado la invasión rusa.

Para esta especial ocasión, Natsya apostó por un look nupcial muy especial, pues vistió un hermoso vestido de raso blanco y tul, llevando un tocado de flores de colores sobre la cabeza, del cual colgaba un velo de tul. La enfermera le dio su propio toque a su atuendo de bodas al combinar su vestido con una chaqueta de cuero negra y unas botas de plataforma al mismo tono que su chamarra. Por su lado, el novio lució guapísimo en un atiendo de chamarra y jeans negros, los cuales combinó con una camisa en color blanco.