1/10Ya lo decían las abuelitas, ‘es de bien nacido ser agradecido’ y con los años te das cuenta de que no hay nada más cierto. Pocas son tan importantes en una persona como el saber agradecer. Pareciera algo intrínseco, que tenemos en nosotros desde que somos muy pequeños, pero cada vez más, esto va en desuso, lo que es una verdadera pena. Estamos viviendo en una época en la que está muy de moda agradecer al universo lo que recibimos -lo cual no está nada mal-, pero queda en el tintero agradecer al otro. Un buen gesto, una ayuda, una buena acción o un detalle que hayan tenido con nosotros, no deben pasar desapercibidos, y es que no es que la otra persona espere algo a cambio, sino que se debe dar un reconocimiento a la atención que se ha tenido con nosotros. Hacerlo de forma verbal es muy sencillo y casi inmediato cuando recibimos un gesto, pero cuando se trata de algo mayor, ¿tú cómo agradeces?
Ya lo decían las abuelitas, ‘es de bien nacido ser agradecido’ y con los años te das cuenta de que no hay nada más cierto. Pocas son tan importantes en una persona como el saber agradecer. Pareciera algo intrínseco, que tenemos en nosotros desde que somos muy pequeños, pero cada vez más, esto va en desuso, lo que es una verdadera pena. Estamos viviendo en una época en la que está muy de moda agradecer al universo lo que recibimos -lo cual no está nada mal-, pero queda en el tintero agradecer al otro. Un buen gesto, una ayuda, una buena acción o un detalle que hayan tenido con nosotros, no deben pasar desapercibidos, y es que no es que la otra persona espere algo a cambio, sino que se debe dar un reconocimiento a la atención que se ha tenido con nosotros. Hacerlo de forma verbal es muy sencillo y casi inmediato cuando recibimos un gesto, pero cuando se trata de algo mayor, ¿tú cómo agradeces?