Las impresionantes y criticadas fotos de las reaperturas en Londres

Este lunes las tiendas de ropa, juguetes y otros artículos no esenciales dieron la bienvenida a sus clientes por primera vez desde que Reino Unido entró en cuarentena a finales de marzo por la pandemia del nuevo coronavirus.

Oxford Street, la calle principal más grande del mundo, que ofrece hasta 1,5 millas con más de 90 emblemáticas tiendas de moda, belleza, tecnología y hasta artículos para el hogar, se convirtió hoy en una zona receptora de miles de británicos que se enfrentaron a colas de 1,6 km de largo y esperas de hasta dos horas, aumentando un 41,7 por ciento el flujo a comparación del lunes pasado.

Tiendas como Debenhams, John Lewis y Zara redujeron sus precios hasta un 70% en un intento desesperado por atraer clientes. Según un artículo publicado por Dailymail, las tiendas podrían buscar sacar hasta 15 mil millones de euros (es decir un tanto más de 370 mil millones de pesos) en productos de existencia no vendidos por el confinamiento.

El atractivo de los descuentos provocó que el distanciamiento social fuera abandonado en cuestión de minutos, cuando la tienda de Nike en Oxford Circus abrió sus puertas una hora antes de lo acordado. Sus cientos de clientes que esperaban ansiosos a las fueras del establecimiento, comenzaron a entrar de forma desesperada.

El distanciamiento de dos metros y las recomendaciones del personal fueron nulas ante el deseo de los británicos por adquirir productos deportivos, dentro y fuera de esta tienda.

Las impresionantes imágenes han causado gran revuelo en las redes, luego de que se observara que, entre los cientos de compradores, algunos no usaban cubrebocas y algunos otros parecieran correr y empujar.

Algunos compradores mayores optaron por alejarse de las tiendas más tradicionales de la calle principal, y mantuvieron las compras con una Sana Distancia un tanto ‘más controlada’.

Mientras la tienda de Nike en Oxford Circus protagonizaba un abrumado regreso a las ventas, en Taunton, la fila de personas que esperaban ingresar al Sports Direct, era de lo más organizada y dispersa, es decir, los clientes se encontraban en una fila con espacios marcados.