Cómo ha sido la desinfección del Vaticano

Luego de varias semanas de crisis por la nueva cepa de coronavirus en Europa y en gran parte del mundo, Italia es uno de los países que poco a poco comienza a regresar a la normalidad. Tras dos meses de permanecer en cuarentena, lugares de culto comienzan a prepararse para una nueva normalidad, la cual estará marcada por la ‘Sana Distancia’.
 

No es de sorprenderse que en los lugares de culto la labor de desinfección sea de forma extrema, pues lugares como el Vaticano deben prepararse para volver a recibir a sus miles de fieles que vienen de todo el mundo. Un proceso que foto a foto te mostraremos -y que ha sido de gran admiración en el mundo-.

El pasado lunes 18, la basílica papal de San Pedro, fue una de las primeras que abrió en su totalidad, eso sí, el acceso a ella es por un número limitado de feligreses. Sin embargo, se continuará con la estrategia aplicada de: ‘una sana distancia, estrictas medidas de seguridad y la desinfección de hasta el último de los rincones de la basílica.

Tal y como hemos visto en las imágenes, un equipo especializado en limpieza, ha sido el encargado de la desinfección de la Santa Sede para garantizar la esterilización de cada rincón del Vaticano. Las personas encomendadas en esta tarea han realizado las actividades portando un traje de protección, mascarillas y gafas.

Dicha actividad ha sido llevada acabo con extremo cuidado y detalle, con el objetivo de no dañar el gran patrimonio artístico que la Santa Sede aloja en su interior. “Ante cualquier duda sobre los procesos de limpieza y desinfección, es mejor no aplicar ningún tratamiento, ya que se pueden causar daños irreversibles al patrimonio cultural”, ha afirmado el Vaticano. Ante los procesos de extrema limpieza, no solo se ha sometido la basílica de San Pedro, sino que, también la de Santa María la Mayor, la de San Pablo y la de San Juan de Letrán.

A pesar de que el trabajo que ha realizado el equipo de desinfección dentro de las instalaciones del Vaticano ha sido correcto, un regreso exitoso a la nueva normalidad y apertura de esta Santa Sede, se deberá a que los feligreses respeten las restricciones y medidas establecidas. Además, el lugar contará con un control de temperatura y desinfectado con gel antibacterial en manos, será clave que los fieles acudan con cubre bocas y guantes, para evitar así contacto con cualquier directo y evitar un repunte de contagios.

Las medidas antes mencionadas no solo serán para los feligreses, puesto que, los sacerdotes también deberán cumplir con las mismas indicaciones. Es decir, un sacerdote deberá oficiar misa usando guantes, aunque en su caso podrá retirarse el cubre bocas en algunos momentos puntuales, como la eucaristía.