Harry sí usará alianza matrimonial, pero romperá una tradición centenaria
En lugar de diseñar su anillo de compromiso con oro de gáles, como dicta la costumbre, él lleva uno de platino
El gran día llegó, después de meses de preparación, por fin, Harry y Meghan han hecho de su cuento de hadas una realidad. Con cada detalle perfectamente cuidado, los “secretos” detrás de cada decisión comienzan a salir a luz y, es que, cada cosas tiene un especial porque. Si el vestido de novia, las joyas, el uniforme del novio y todos los accesorios han llamado la atención, tenemos que hacer una mención especial a las alianzas matrimoniales, a las que el novio quiso imprimir su sello.
En la historia de las bodas reales, por tradición, los anillos de las novias son elaboradas con oro de gáles, extraído de una pepita de la cual han hecho todas las argollas. Como dicta la tradición, para este enlace, la Reina Isabel II regaló a su nieto parte de esta pepita para que se elaborara la alianza de su ahora esposa. Pero en el caso de los novios, la dinámica es completamente diferente.
Para empezar, en la realeza se deja a consideración del novio portar o no el símbolo del matrimonio. En la historia de la Casa Real Británica, han sido pocos quienes han elegido llevar aliaza. En la familia de Harry, por ejemplo, su abuelo, el Duque de Edimburgo y su tío, el Duque de York optaron por no llevarla. Por su parte, aunque el Príncipe William sí eligió una para su boda, nunca la porta, decisión que días después de su enlace fue informada a través de un comunicado. Por su parte, su papá, el Príncipe Carlos, sí lleva orgulloso su alianza de matrimonio.
Siguiendo los pasos de su papá, Harry decidió sí tener anillo de casado, sólo que a diferencia del resto que han dicho que sí, el suyo no está elaborado con oro de gáles. Por gusto personal, el hijo menor de Lady Di encargó a Cleave and Company, donde hicieron el de su esposa, uno de platino, según información del Kensington Palace.
“El Príncipe Harry y la Sra. Meghan Markle han elegido a Cleave and Company para hacer sus anillos de bodas. La sortija del Príncipe será una banda de platino con un acabado texturizado”, informó Palacio, hace unos días, cuando también dio a conocer que las alianzas serían llevadas a la Capilla de St. George por el padrino, el Príncipe William.
Se dice que la costumbre de las alianzas de matrimonio comenzó durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la necesidad de los militares de llevar a combate algo que les recordara a sus esposas, que los esperaban en casa. En la realeza, esta tradición comenzó en 1923 cuando la Reina Madre decidió incorporar este accesorio en las bodas reales.
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Desde que comenzó esta costumbre se ha extraído de la misma pepita los anillos de bodas de la Reina Madre, la Princesa Margarita, en 1960; la Princesa Real en el 73 y el de Diana, Princesa de Gales en 1981. A partir de la Duquesa de Cornualles se usó una nueva peppita.
