Los Flores ha vivido este viernes una jornada cargada de emociones. Coincidiendo con el santo de Dolores, la saga ha inaugurado el Centro Cultural Lola Flores en Jerez de la Frontera, un museo en memoria de la mítica artista en el que se honra su trayectoria y su figura. A esta cita señalada en el calendario ha asistido la mayor parte de la familia, con la excepción de Elena Furiase, que ha tenido que ausentarse por motivos trabajo, pues se encuentra inmersa en un rodaje. Las dos sucesoras de la protagonista del acto, Lolita y Rosario, han estado arropadas por sus respectivos hijos y el menor del clan, Pedro Antonio Lazaga, retoño de la coach de La Voz, ha acaparado todas las miradas por su porte y elegancia, del mismo modo que ha ocurrido con su hermana Lola Orellana.
Pedro Antonio y Lola, hijos de Rosario Flores, son dos de los rostros más desconocidos de la familia Flores y el mayor orgullo de su madre. Ambos han arropado a la artista, de 59 años, en este gran evento, en el que se han abierto las puertas del templo de la jerezana para ofrecer al público más de 200 piezas cedidas por los suyos, que van desde sus trajes de actuación hasta sus batas de cola, pasando por sus icónicas joyas.
Con una amplia sonrisa, derrochando complicidad y con las emociones a flor de piel, los hermanos no se han separado de su progenitora y han aplaudido entusiasmados su intervención, en la que la cantante ha cogido el micrófono para recordar la grandeza de La Faraona ante los allí presentes. Mientras Lola, de 26 años, ha escogido para la ocasión un 'total look' compuesto por chaleco abotonado, pantalón de estampado de cuadros y blusa blanca de manga corta y cuello cerrado, Pedro Antonio, de 17, ha optado por un estilismo clásico y sofisticado. Su elección ha sido un traje en tono gris claro que ha completado con una sencilla camisa blanca. Pero la verdadera joya de su outfit ha sido el colorido pañuelo estampado que ha anudado alrededor de su cuello y que innegablemente ha dado la nota de color a un estilismo sobresaliente.
A modo de complementos, Lola se ha inclinado por unos botines negros con tachuelas metalizadas y unos prominentes pendientes dorados que han sido los indiscutibles protagonistas de su look, de igual modo que las gafas de sol de estilo vintage que ha lucido para protegerse del sol de la ciudad andaluza. Por su parte, su hermano ha completado su conjunto con un refinado cinturón marrón y zapatos cerrados negros, el mismo tono que sus calcetines.
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Su presencia en este evento es muy especial para Rosario, ya que ambos son para ella su luz, la clave de su arte y su inspiración, en definitiva, lo son "todo": "Los ángeles de mi vida", dijo la intérprete sobre ellos en su perfil social, en el que está a punto de alcanzar los 800.000 seguidores. Pese a que ha criado a ambos en el anonimato y llevando el máximo hermetismo por bandera, en alguna ocasión presume de ellos, pues haberlos tenido ha sido la mayor fortuna y el regalo de su vida. "Si de algo estoy orgullosa es de que a mis hijos no los conoce nadie. Ser famosa te marca. Y para mí sería muy egoísta hacerles a ellos famosos", dijo Rosario en una entrevista televisada hace dos años.
Rosario se convirtió en madre por vez primera en otoño de 1996 junto al chileno Carlos Orellana, con quien salió hasta un año más tarde y en la actualidad mantiene una afectiva relación por el bien de la joven, y fue una década después cuando repitió la experiencia de la mano del cineasta Pedro Manuel Lazaga, con quien contrajo matrimonio en abril de 2006. Los dos nietos pequeños de La Faraona son un auténtico misterio para muchos, pero hay algunos detalles de sus vidas que han trascendido.
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De Lola, que vino al mundo pocos meses después del fallecimiento de su abuela y fue bautizada con su nombre, se sabe que ha preferido vivir alejada de los focos, aunque tiene un vínculo muy estrecho con ellos. En concreto, ha realizado diferentes trabajos fotográficos, pues se especializó en el mundo de la imagen tras formarse en artes plásticas. Además es una acérrima apasionada del cine, la escritura y la pintura, algo que se le da de maravilla según su madre. De entre sus proyectos más sonados sobresale su labor como ayudante de dirección en la serie Dime quien soy o su papel actoral en la película Eco, de Miguel Sierra.
Fruto de su relación con Pedro Manuel nació su retoño menor, a quien pusieron el mismo nombre que su padre. El joven, que alcanzará la mayoría de edad a principios del próximo año, ha vivido siempre en un plano moderado y discreto, pero su belleza natural y su distinguido gusto a la hora de vestir han conquistado más de un corazón.
