Veinte días han pasado de la mayor tragedia vivida en un set de rodaje en los últimos años. Alec Baldwin mató accidentalmente a la directora de fotografía, Halyna Hutchins, tras disparar con un arma de atrezzo que contenía balas reales en el set de su película Rust en el Rancho Bonanza Creek (Nuevo México). La investigación sigue su curso y continúan tratando de esclarecer que ocurrió realmente para que sucediera tal catástrofe. El actor estadounidense, en shock y triste por lo sucedido, decidió cancelar todos sus proyectos para tratar de asimilar lo ocurrido y se refugió en su mujer y sus hijos. Entretanto acaba de conocerse que se ha presentado la primera demanda contra Baldwin, protagonista y productor del filme, así como a otros miembros el equipo, a los que se reponsabiliza por lo sucedido.
Uno de los técnicos del filme, el jefe de iluminación Serge Svetnoy, ha presentado una demanda ante el Tribunal Superior de Los Ángeles por negligencia contra Alec Baldwin, así como contra el subdirector asistente, David Halls y la encargada del control de las armas, Hannah Gutierrez-Reed. Svetnoy era la persona más próxima a Hutchins en el set cuando Alec disparó y él también fue alcanzado de forma leve por el disparo, al igual que el director Joel Souza. El iluminador ha asegurado que sintió un aterrador golpe de aire por su lado derecho y notó cómo la pólvora le salpicaba en el rostro. Él mismo contó en rueda de prensa que fue quien sostuvo en brazos a la directora de fotografía del filme durante 20 o 30 minutos hasta que su vida se apagó por completo.
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Svetnoy ha asegurado que vio "de primera mano que varias armas se dejaron desatendidas, en el suelo y sin supervisión" a lo largo del rodaje en Bonanza Creek Ranch, en Santa Fe, Nuevo México. En el documento judicial presentado ante la corte, al cual tuvo acceso EFE, el técnico acusa a la encargada de las armas Hannah Gutierrez-Reed, de 24 años, por aceptar un puesto de trabajo por encima de su experiencia en un rodaje en el que eran necesarios varios armeros auxiliares para manejar de manera segura esas armas. Ella cometió la negligencia de que un revólver Colt de calibre 45 con al menos una bala real fuese entregado al subdirector David Halls, que tampoco inspeccionó el arma adecuadamente y se la entregó a Baldwin. Según él, también el actor debería haber comprobado la pistola, tenía el deber de verificar el revólver dos veces y comprobar que no estaba cargado con munición real antes de disparar y por supuesto no debería haber apuntado a nadie.
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Svetnoy se mostró convencido de que los productores tienen gran parte de culpa en esta tragedia al no haber gastado suficiente presupuesto para contratar a los trabajadores necesarios para controlar de forma segura las armas de fuego en el set, y sobre todo personas cualificadas y experimentadas para supervisar cuidadosamente el uso de armas. Se supo que el subdirector David Halls, la persona que entregó la pistola a Baldwin y que rompió su silencio hace apenas unos días, fue despedido de otro rodaje en 2019 por un incidente similar aunque, por fortuna, nadie resultó herido.
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