Su destino ahora está en manos del juez

Britney Spears gana la guerra trece años después: su padre solicita formalmente dejar de ser su tutor

Jamie Spears está a punto de poner fin a más de una década de control sobre la vida y las finanzas de su hija, que este verano lanzaba un grito desesperado por su libertad

Por M. J. Somoza

Han sido trece años “encarcelada” por una tutela que controlaba todos sus movimientos y patrimonio, unas limitaciones que Britney Spears ha sufrido en silencio hasta que este verano dijo basta. Su desesperada petición de ayuda fue escuchada por la opinión pública, que ahora está a punto de ser testigo, si el juez así lo decide, de una liberación tan necesaria como esperada. El padre de la artista de 39 años (en diciembre cumple los 40) ha presentado una petición formal para dejar de ser el tutor de su hija y que la justicia decida si tiene que seguir bajo su control o si por fin debe recuperar el control de su vida. Tal y como señalan los documentos obtenidos por E! News, Jamie Spears presentó la petición el 7 de septiembre a la jueza de Los Ángeles Brenda Penny, que tiene en sus manos el destino de la estrella.

Así es Sam Ashgari, el apoyo incondicional de Britney Spears y el hombre con el que quiere ampliar la familia

Britney Spears pide que se investigue formalmente a su padre por sus 'abusos' como tutor

Tal y como argumenta el equipo legal de Jamie, la tutela ayudó a su hija a “atravesar una gran crisis en su vida, a rehabilitarse y avanzar en su carrera, además de poner sus finanzas y asuntos en orden”. “Sin embargo recientemente las cosas han cambiado” señalan, recordando que en las últimas semanas la artista ha manifestado su frustración por el nivel de control que supone la tutela y que ha pedido su libertad. “Si la señorita Spears quiere finalizar la tutela y considera que puede hacerse cargo de su vida, el señor Spears cree que debería tener una oportunidad” apuntan.

Esta petición formal ante el tribunal es una “gran victoria legal” como ha asegurado el abogado de Spears, Mathew Rosengart, que se estrenaba como defensor de la artista hace solo dos meses. El letrado explica que, después de fracasar en su intento de llegar a un acuerdo con su hija (le pedía varios millones de dólares para poner fin a la tutela), Jamie se ha rendido. No obstante señala que esta claudicación no evitará que sigan investigando la, a su juicio, inapropiada gestión que hizo del dinero de la artista durante este tiempo. A mediados del mes de agosto, Jaime Spears se había manifestado a favor de abandonar su papel como tutor de su hija, pero con condiciones. Argumentaba que no era lo mejor para los intereses de Britney, pero que si el tribunal así lo consideraba, estaba dispuesto a colaborar para ayudar a quien le sustituyera en dicha gestión.

Trece años de control 'cruel'

Britney Spears roza ya la libertad más de una década después de que sus decisiones, no solo financieras, sino vitales, se pusieran bajo la supervisión de abogados, asesores y de su padre, que ha sido el máximo protagonista de esta controvertida lucha. “No estoy contenta. No puedo dormir. Estoy enfadada y deprimida. Lloro todos los días. No estoy aquí para ser esclava de nadie" dijo en una conmovedora declaración ante el juez el pasado junio. Hablaba entonces por primera vez de la verdad de su día a día, de cómo incluso sus deseos de ser madre estaban condicionados. “Quiero presentar cargos contra mi padre. Quiero que le investiguen" explicó en un nuevo testimonió. Detalló que la tutoría legal es "una crueldad" y dijo que entre las limitaciones que le imponían estaban una estricta dieta y un número exagerado de horas de trabajo. Se confesó asustada y añadió que la tutoría legal había permitido a su padre arruinar su vida.

Loading the player...

De Miley Cyrus a Britney Spears, así han cambiado las chicas Disney

El debate sobre la necesidad de mantenerla bajo tan estricta vigilancia saltó a primera línea (incluso llegó al Congreso de los Estados Unidos) y desató un terremoto que tambaleó los cimientos del sistema de control que apuntalaba su vida. Su abogado Sam Ingham, que siempre fue muy cuestionado por su supuesta afinidad con Jaime Spears, dejó su cargo, encabezando una cascada de dimisiones. El manager de Britney, Larry Rudolph, que no tenía contacto con ella desde hace más de dos años, y la gestora Bessemer Trust, que compartía el manejo de las finanzas con Jamie, fueron las siguientes. Actualmente Jamie mantiene la potestad sobre su dinero y la abogada Jody Montgomery, supervisa las cuestiones médicas. La sintonía entre ambos también se ha deteriorado en las últimas semanas a juzgar por el cruce de acusaciones públicas que han protagonizado.

La chica Disney, estrella juvenil que nos hizo bailar con temas como Ups! I did it again o Toxic, ha recorrido un largo camino no exento de baches (recordemos su paso por un centro de rehabilitación en 2007 tras el que se rapó al cero y lanzó paragüazos a los paparazzi en uno de sus peores momentos personales), para reconducir su vida. Más madura y con las ideas claras está a punto de comprobar si su esfuerzo ha dado sus frutos. Free Britney está a punto de ser una realidad.