La era Biden ya es una realidad, después de que este miércoles el nuevo presidente de los Estados Unidos jurara su cargo en una ceremonia un tanto atípica, marcada por la ausencia del mandatario saliente, Donald Trump, y por las restricciones de público impuestas por el coronavirus. El matrimonio Biden ya vive en la Casa Blanca, el que será su hogar en los próximos cuatro años, y la vicepresidenta Kamala Harris hará lo propio en su residencia vicepresidencial, una propiedad menos conocida, pero por la que han pasado ocho altos cargos antes que ella. La conocida como Rotonda del Observatorio n.º 1 se encuentra en los terrenos de la casa de la primera familia, en el interior de un terreno aislado destinado al Observatorio Naval de Estados Unidos y también se conoce como la Casa del Superintendente, la Casa del Almirante o simplemente VPR (residencia de la vicepresidenta). Desde 1977 ha sido el hogar de las manos derechas del Presidente desde que Walter Mondale, bajo la administración de Jimmy Carter, se instalara con su familia en 1977.
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Esta coqueta vivienda, que como no podía ser de otra manera es de color blanco, se remonta al siglo XIX, concretamente a 1893. En sus orígenes estaba destinada al superintendente del observatorio, pero la casa gustó tanto al jefe de operaciones navales que en 1923 decidió ocuparla. Antiguamente, los vicepresidentes de Estados Unidos y sus familias vivían en sus propias casas, pero al cabo de los años mantener estas residencias privadas elevó mucho los gastos y se decidió que habitaran un lugar público. Fue en 1974 cuando el Congreso acordó acondicionarla con el fin de que fuese usada como vivienda de los vicepresidentes. Nelson Rockefeller, el colaborador más cercano de Gerald Ford solo la usó para recibir invitados y en 1977 Walter Mondale fue el primero en mudarse allí. Desde entonces ha sido el hogar de los vicespresidentes Bush, Quayle, Gore, Cheney, Biden y Pence.
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Igual que ocurre en la Casa Blanca, los vicepresidentes han recibido dentro de los muros de este inmueble a líderes y dignatarios extranjeros, mientras los científicos han seguido observando desde sus territorios la Luna, el Sol, los planetas y ciertas estrellas con las que miden con precisión la hora y publican datos astronómicos para una navegación precisa. Además de las dependencias privadas de la segunda familia del país, la vicepresidenta y su equipo tiene a su disposición un conjunto de oficinas en el Edificio Eisenhower, ubicado al lado del ala oeste. Allí realizan reuniones, ruedas de prensa y diversos actos ceremoniales. La sala fue diseñada por William MCPherson, un reconocido decorador y pintor de Boston. Sus paredes y techo cuentan con simbología alegórica al Departamento de la Marina, pintada a mano en colores típicos de la época victoriana. El piso está fabricado en caoba, arce blanco y cerezo y las dos chimeneas están construidas en mármol negro belga. Las lámparas son unas réplicas de las que había de gas. Dentro del que será su nuevo hogar, Kamala Harris tendrá la oportunidad de trabajar sobre un escritorio muy especial, que fue utilizado por primera vez en 1902 por Theodore Roosvelt y que en su primer cajón tiene la firma de todos los vicepresidentes desde los años 40.
La vivienda es de estilo victoria y cuenta con 33 habitaciones que fueron construidas por Leon E. Dessez, que también participó en el proyecto del monumento a Washington antes de su fallecimiento en 1918. El edificio da la impresión de una enorme grandeza por su amplio salón, sus columnas clásicas, un porche envolvente y sus torretas. Es en el segundo piso donde se encuentra la habitación principal, mientras que los otros dormitorios, para invitados o resto de la familia están en el tercer piso.
A lo largo de los años, cada uno de los inquilinos ha ido dando su toque y reformas personal. Así, Quayle, al igual que Bush, construyó un gimnasio y una piscina en la parte trasera que el matrimonio Pence usó para celebrar fiestas anuales para las familias de los militares. También el matrimonio Biden acondicionó la fabulosa piscina entre 2009 y 2017 para organizar barbacoas para los heridos en actos de servicio, según informa People.
