La sorprendente confesión de Barack Obama sobre el novio de su hija Malia

El expresidente de Estados Unidos ha contado que la pareja de su primogénita vivió con ellos en el confinamiento

Por Belén Nava M.

La etapa de confinamiento en Estados Unidos supuso un antes y un después en la casa de Barack Obama, y es que durante algunas semanas pasaron de ser cuatro a incorporar un nuevo miembro a la familia: Rory Farquharson. Este joven británico de 22 años mantiene una discreta relación sentimental con Malia, la hija mayor del expresidente de los Estados Unidos -ella tiene la misma edad que el chico-, y estuvo pasando una temporada conviviendo con los Obama porque tuvo problemas con su visado a pesar de tener su trabajo. Así lo ha contado el propio político en The Bill Simmons Podcast, un programa radiofónico en el que ha desvelado con naturalidad que su primogénita está enamorada.

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Con gran sentido del humor, Barack Obama ha dicho que acogieron a Rory en casa "y aunque yo no quería que me cayera bien, lo hizo porque es un buen chico”. El exmandatario también contaba divertido que en esas semanas como 'familia numerosa' sus gastos aumentaron notablemente al hacer la compra en el supermercado y que gracias al novio de Malia descubrió que los chicos jóvenes comen más que las chicas. "Es toda una experiencia verlos comer", contaba. Además, en esos días que pasaron todos juntos dice que se entretuvieron mucho con las cartas y recuerda lo ameno que fue enseñarles los diferentes juegos de naipes a sus hijas y a la pareja de la mayor.

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Durante esa temporada, la casa de los Obama estuvo llena de diversión, buenos momentos y alegría. Aunque Barack y Michelle viven solos, como las universidades cerraron, Malia y Sasha, que estudian en Harvard y Michigan respectivamente, volvieron a su domicilio familiar. Desde allí continuaron con su formación de manera online. Fue la ex Primera Dama quien lo contó en el espacio de su amiga Ellen DeGeneres, donde dijo que las chicas estaban en sus respectivas habitaciones continuando con su rutina. Aunque esas semanas fueron llevaderas, lo cierto es que la situación global sumada a otros problemas como las luchas raciales sumergieron a la abogada en una depresión leve que le produjo síntomas como falta de sueño, desánimo o falta de fuerza para salir a hacer ejercicio.

Una infancia diferente llena de aprendizajes

En mayo, cuando las medidas sanitarias se relajaron, Malia y Sasha concedían su primera entrevista pública con motivo del estreno de Becoming, el documental que su madre protagoniza en Netflix. Las hijas del expresidente, que se despidió de la Casa Blanca hace cuatro años dando el relevo a los Trump, confesaron sentirse orgullosas de la faceta de Michelle como madre y también como activista. Lo cierto es que la mujer de Obama siempre ha estado muy pendiente de que la situación laboral de su marido no influyera en la rutina de sus hijas y quiso que tuvieran una infancia normal. "Tuvimos que crear una crisálida de normalidad. Pasamos ocho años diciendo: 'Todo está bien, esto es normal, vosotras solo id a la escuela. Tenéis personas que os protegen, tenéis comida, ¡no os quejéis!'", decía Michelle, quien dice quitarse el sombrero ante sus hijas.