Las buenas noticias con respecto a una vacuna segura y efectiva contra el Covid-19 han comenzado a llegar en las últimas semanas. Pfizer tomó la batuta cuando anunció que tenía un 90% de efectividad y que se apuntaba para los últimos detalles camino a pedir un permiso de emergencia para comenzar la vacunación del primer grupo de riesgo. Esta semana, siguiendo lo que habían anticipado el mes pasado, Moderna daba a conocer que su vacuna tiene el 94.5% de efectividad y también se perfila para comenzar a ser administrada antes de que termine el año. Pero como en este tipo de cosas, cada minuto cuenta, Pfizer ha vuelto a hacer un aviso. Ha dado a conocer que sus estudios finales de la tercera etapa de pruebas ha arrojado un 95% de efectividad, con lo que en cuestión de días podrían estar aplicando para una autorización de emergencia con la FDA de Estados Unidos, que les permita comenzar la aplicación en los grupos de mayor riesgo.
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Pfizer y BioNTech (laboratorio alemán con el que trabajaron en este ambicioso proyecto) han dado a conocer que tienen ya los resultados de dos meses de seguridad que les permiten aplicar para un permiso de emergencia. Estos resultados finales arrojaron que únicamente ocho personas de entre 20,000 voluntarios, dieron positivo a Covid-19 después de recibir la vacuna, y solamente uno de ellos tuvo síntomas severos.
De comenzar el trámite en los próximos días como se prevé y si reciben la autorización, por lo menos 20 millones de dosis estarían disponibles en Estados Unidos para el próximo mes. Estas dosis se sumarían a otros 20 millones por parte de la vacuna de Moderna -de conseguir el permiso-, lo que representaría aunque representaría la mitad de la población total de Alemania o cuatro veces la de Suecia, en un país con 328 millones de habitantes como Estados Unidos, sigue siendo un porcentaje muy bajo. El que se dé una primera etapa de vacunación antes de que acabe el año suceda está sometido a muchas variables y se debe tener claro que una distribución masiva todavía está a meses de distancia, pero los primeros pasos se están dando.
En diciembre, Pfizer someterá a un comité de la FDA su vacuna para que pueda ser analizada. Y se anticipa que de recibir este permiso de emergencia, las primeras vacunas irán a los trabajadores de primera línea, doctores, enfermeras y empleados de hospitales, después vendrían aquellos con serios problemas de salud y parte de los grupos de mayor riesgo, aunque este orden no será determinado sino hasta la próxima semana en una reunión de la CDC (Centers for Disease Control and Prevention).
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¿Qué sigue?
Una vez que sea determinado quién recibirá primero la vacuna, el siguiente paso será analizar cómo realizar su distribución, particularmente la de Pfizer que tiene requisitos más complejos que los de la de Moderna, debido a su necesidad de una refrigeración específica. También se está a la espera de los resultados de las otras vacunas que se están trabajando, como la de AstraZeneca, que es de gran importancia para nuestro país gracias a la negociación que la Fundación Carlos Slim ha hecho con el laboratorio que trabaja de la mano con la Universidad de Oxford. Ésta será producida en México, por lo que cuestiones de distribución serán más sencillas de organizar. Según ha dado a conocer el Canciller Marcelo Ebrard, México tiene también ya una negociación de compra cerrada con Pfizer, y está en pláticas con Moderna -que sería más práctica que la otra estadounidense por su fácil distribución-.