Por primera vez en más de 100 años, una pareja de guacamayas rojos, perteneciente a la familia de los loros, han logrado el nacimiento de tres pichones de esta especie en libertad, en el Parque Nacional Iberá, una área protegida de más de 7 mil hectáreas, situada en la provincia de Corrientes, al norte de Argentina. Este logro representa un gran avance para los expertos de la fundación Rewilding Argentina, quienes han dedicado gran parte de sus esfuerzos a la reintroducción de los guacamayas en esta área natural protegida, y así reestablecer su presencia silvestre en esta área, donde habían sido declarados extintos desde hace 150 años.
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Así lo dio a conocer la fundación a través de un comunicado, en donde expresaron su emoción por el histórico nacimiento de estas hermosas aves. “Una pareja de guacamayas rojos sacó adelante tres huevos, que eclosionaron y dieron lugar a los tres primeros pichones silvestres en libertad, algo que no ocurría probablemente hace más de 150 años en nuestro país", destacaron. "El nacimiento de estos pichones silvestres en Parque Iberá es un gran paso para la recuperación de la especie en la Argentina”, agregaron.
Tras su nacimiento, los expertos de la fundación mantendrán un monitoreo constante de la pareja de guacamayas y sus tres bebés, quienes comenzarán a ser alimentados por sus padres, asegurándose de que los pequeños logren crecer saludables y llegar a la edad adulta, asegurando así la prevalencia de la especie en esta área y futuras reproducciones.
Cabe destacar, que para llegar a este punto, Rewilding trabajó alrededor de cinco años, en coordinación con autoridades nacionales y locales, comenzando con la complicada reinserción de la especie en el lugar. Para ello, se valieron de las donaciones de especies de parte de particulares, zoológicos y centros de rescate de vida silvestre, como el Ecoparque de Buenos Aires, la fundación Temaikén y el bioparque La Máxima de Olavarría. Fue en 2015 cuando la fundación comenzó con su labor, la cual hoy ha rendido sus primeros frutos y los ha llenado de esperanza.
Un proceso muy complicado
La reinserción de las primeras especies a la vida silvestre no ha sido tarea fácil. Y es que no solo se trata de liberarlas y listo. De hecho, los expertos se tuvieron que asegurar de que los guacamayas que iban a reinsertar supieran volar y aprendieran a ubicarse en los cielos, además de aprender a buscar e ingerir frutos silvestres y a evitar a sus depredares naturales, como los gatos monteses y zorros. Actualmente, son varias las parejas que ya surcan los cielos de la zona, e incluso se les ha podido ver de visita en lugares poblados.
La reintroducción del guacamaya rojo contribuirá, además, a la recuperación de los bosques endémicos de la región, pues al comer las aves los frutos del lugar y esparcir semillas por los suelos, cumplen con su función en la cadena ecológico y ayudan a la estabilidad de su ecosistema. Por otro lado, se espera que la presencia de estas especies atraiga a algunos turistas al recién creado Parque Nacional Iberá, en donde se han encargado de reinsertar a especies amenazadas o prácticamente extintas para habitar los bosques. en donde, poco a poco, multitud de especies amenazadas o prácticamente extintas están volviendo a habitar sus bosques.