El caso NXIVM sigue en pie y esta vez ha sido el turno de Clare Bronfman de responder frente a la justicia. La heredera del imperio Seagram fue acusada de haber utilizado la fortuna de su familia para fondear la secta en la que decenas de mujeres han denunciado fueron tratadas como esclavas sexuales. La Corte la ha encontrado culpable y ha sido sentenciada a pasar 81 meses en prisión -alrededor de 7 años-, además de pagar una multa de medio millón de dólares por sus faltas -sumado a los casi 100 mil dólares que tendrá que pagar a una de las víctimas-. Ésta es la primera sentencia a prisión que se recibe en este caso en el que todavía se espera el veredicto para el líder del grupo, Keith Raniere, quien se encuentra detenido y esperando dictamen para el próximo mes.
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Ante la insistencia de su equipo legal, Clare podría pasar un mínimo de cinco años en la cárcel y el resto de su sentencia en libertad condicional, aunque esto todavía está por verse. Desde el año pasado, Bronfman se había declarado culpable de haber cometido fraudes bancarios en nombre de Raniere, además de tener conocimiento del tráfico de una mujer, a quien ingresaron en el país de forma ilegal para explotarla laboralmente. A pesar de los durísimos testimonios que tuvo que escuchar, en los que se le acusaba de reclutar mujeres y financiar los abusos del grupo, Clare pidió disculpas pero no se deslindó de la secta, diciendo: “NXIVM y Keith cambiaron mi vida enormemente para bien”.
“Mucha gente, incluyendo a la mayoría de mi propia familia, creen que debería haberme deslindado de Keith y NXIVM, y el que no lo haya hecho es difícil de entender y aceptar. Sin embargo, para mí, NXIVM y Keith cambiaron mi vida enormemente para bien. La mayoría de mis años de adolescente y mis tempranos 20s, estuve avergonzada de quién era y constantemente me enfocaba en mis deficiencias (lo que) me llevaba el odio propio. NXIVM cambió eso. Aprendí el sentido de quién soy más allá de mis fallas y las herramientas para transformar las cosas que no me gustaban de mí misma, en cualidades y conductas que tengo. Empecé a aceptarme y por lo tanto, preocuparme por ayudar a otros”, escribió en una carta para la Corte el mes pasado.
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Se le culpa directamente de haber financiado con la fortuna de su familia los crímenes realizados por el polémico grupo. Se habla de decenas de millones de dólares, dados por Bronfman a Raniere para poder sostener las operaciones de la secta, además de costear las batallas legales que enfrentaron a lo largo de los años.
De dónde viene su riqueza
Seagram es una de las mayores empresas de destilería del mundo, con base en Canadá, y fue fundada por el abuelo de la acusada. Clare es hija del filántropo multimillonario Edgar Bronfman Sr., quien murió en el 2013, dejándole su fortuna a ella y a sus hermanos. Tuvo una breve carrera ecuestre antes de unirse a la secta en el 2003, lo que la hizo mudarse a donde se concentraba el centro de poder de Raniere. La hermana de Clare también fue parte de la secta, pero ella no ha sido acusada de ningún crimen. A pesar de que se habla de su involucramiento en la explotación laboral del grupo, ella se ha deslindado de las prácticas de abuso sexual que se daban y las víctimas han apuntado a que no era parte de esa parte del polémico grupo. “Se me aseguró, por ellos y por profesionales, que no se le hacía daño a nadie, que nadie era forzado a hacer nada, y por el contrario, la gente estaba experimentando mejoras en su vida a través de su membresía a DOS”, escribió a la Corte.
