MacKenzie Bezos, mejor conocida ahora como MacKenzie Scott, tras su polémico y millonario divorcio con el CEO de Amazon, Jeff Bezos; está cumpliendo con la promesa que hizo de ‘devolver la mayor parte de su riqueza a la sociedad que ayudó a generarla’. Puesto que, a poco menos de un año de unirse a Giving Pledge, una lista de millonarios que se comprometen a donar la mitad de su fortuna a los más necesitados, la novelista reveló este martes, un artículo en el que, ha detallado que ha donado casi 1,7 mil millones de dólares (es decir, un poco más de 37,3 mil millones de pesos mexicanos) a organizaciones benéficas.
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“El año pasado me comprometí a devolver la mayor parte de mi riqueza a la sociedad que ayudó a generarla, a hacerlo cuidadosamente, a comenzar pronto y a mantenerla hasta que la caja fuerte esté vacía”, comenzó diciendo MacKenzie, para continuar agregando: “No tengo dudas de que la riqueza personal de cualquiera es producto de un esfuerzo colectivo y de estructuras sociales que presentan oportunidades para algunas personas y obstáculos para innumerables otras", escribió Scott.
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MacKenzie formalizó su divorcio en abril del 2019, convirtiéndose en una de las mujeres más ricas del mundo, con una fortuna valorada en más de 53,500 millones de euros. A lo largo de los últimos quince meses, Scott ha donado alrededor de $586 millones de dólares a organizaciones que apoyan la justicia racial, $46 millones de dólares a grupos de caridad enfocados en los derechos LGBTQ y $133 millones de dólares a organizaciones sin fines de lucro que promueven la igualdad de género, la salud pública y el cambio climático.
'Lo que me llena de esperanza es la idea de lo que vendrá si cada uno de nosotros reflexiona sobre lo que podemos ofrecer'
"Como muchos, vi la primera mitad de 2020 con una mezcla de desamor y horror. La vida nunca dejará de encontrar nuevas formas de exponer las inequidades en nuestros sistemas; o despertarnos al hecho de que una civilización tan desequilibrada no solo es injusta, sino también inestable”, continuó explicando MacKenzie: “Lo que me llena de esperanza es la idea de lo que vendrá si cada uno de nosotros reflexiona sobre lo que podemos ofrecer. Las oportunidades que surgieron de la mera posibilidad del color de la piel, la orientación sexual, el género o el código postal pueden haber generado recursos que pueden ser poderosas palancas para el cambio".