Eva González ha recuperado ya la normalidad. O gran parte de ella. Hace unos días regresaba a Madrid para retomar su actividad profesional después de haber pasado el confinamiento junto a su marido, Cayetano Rivera, y a su hijo Cayetano en Mairena del Alcor, su tierra. Lo hacía con muchos nervios, pero también emocionada por volver a ponerse al frente de su trabajo en el programa La Voz. Pese a las medidas de seguridad impuestas por la pandemia de COVID-19, la modelo ha reanudado los constantes viajes en tren que la llevaban continuamente de Sevilla a la capital y viceversa.
Precisamente en uno de ellos ha podido retomar uno de sus grandes "placeres", como ella misma ha reconocido. ¿Cuál? La lectura. Junto a un selfie, la presentadora andaluza ha querido mostrar a todos sus seguidores un momento de distensión en el AVE, un instante para ella, aprovechando que nadie requiere de sus atenciones. Eva González, ataviada con la pertinente mascarilla -que se ha convertido en un complemento más en estos tiempos de coronavirus-, disfruta de un buen libro durante su viaje en tren, el mismo que la traslada de su casa familiar a su trabajo.
Eva González, muy amable y sonriente, vuelve al trabajo después de unos bonitos días en familia
La semana pasada volvían las grabaciones de La Voz, con todas las medidas necesarias en estos momentos de pandemia, y la exMiss España así se lo ha mostrado a sus seguidores. Con otra fotografía en la que tanto a ella como a algunos de sus compañeros se les ve muy aplicados estudiando en las escaleras del plató mientras lucen la mascarilla de rigor. "Preparando @lavozantena3", dejaba claro Eva González por si quedaba alguna duda de que pronto volverá el concurso musical. El espectacular regreso de la modelo al trabajo era alabado por su marido, que le dedicaba un piropo recientemente. "Brillas más que nunca", le decía.
Todo está, por tanto, a punto, incluso la propia Eva, que tras llegar a Madrid decidió dedicarse una jornada a sí misma y ponerse guapa. Disfrutó de una beauty party para ella sola en la que no faltó la peluquería, la manicura, la pedicura y los dulces, que adquirió en una conocida pastelería de la capital. La presentadora tenía claro que su vuelta iba a ser por todo lo alto, con imagen renovada y cuidándose a ella misma. Y, como ha mostrado, recuperando algunas de sus pasiones.
