Elizabeth Hurley y Steve Bing: su romance acabó en una amarga batalla por la paternidad de su hijo

El productor, que ha fallecido tras precipitarse al vació desde un piso 27, era el padre de Damian, único vástago de la actriz

Por Lucía Fernández

La repentina muerte del productor Steve Bing ha dejado consternada a la industria cinematográfica. Además de ser conocido por producir películas de gran éxito como The Polar Express o Shine a Light, su nombre copó titulares de la prensa internacional tras protagonizar un romance con Elizabeth Taylor en el año 2000. Su historia de amor tan solo duró 18 meses, pero acabó con un embarazo que fue el inicio de un complicado proceso plagado de desconfianza y reproches sobre la paternidad del pequeño, hasta que finalmente una resolución judicial determinó que, en efecto, Bing era el padre de Damian, que cumplió la mayoría de edad el pasado mes de abril. 

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 El joven Damian "no fue un niño buscado, pero sí muy querido", decía la protagonista de Al diablo con el diablo, sobre su hijo. La noticia de su embarazo pilló totalmente fuera de juego a la que ya era expareja. "Me enteré de que estaba embarazada. Bing y yo rompimos. Dejé de fumar, tomar alcohol y café y pasó lo del 11 de septiembre. Mi mundo se desmoronó y después todo el mundo se vino abajo", afirmó Hurley meses después de dar a luz. Steve Bing, por su parte, optó por el que parecía el camino más rápido. En un intento por acallar las especulaciones que apuntaban a que el productor no deseaba hacerse cargo del niño, emitió un duro comunicado en el que se mostraba molesto con las insinuaciones y aseguraba: "Si soy el padre, estaré muy implicado y seré responsable". En el escrito, aclaraba que rompió con Liz Hurley al iniciar una relación con la actriz Brenda Swanson y sembraba la duda sobre su paternidad con la siguiente declaración: "La señorita Hurley y yo no manteníamos una relación exclusiva cuando ella se quedó embarazada".

A medida que el embarazo avanzaba, la relación entre Hurley y Bing quedó reducida al contacto entre sus respectivos abogados. Mientras tanto, la actriz contaba con el apoyo incondicional de su ex Hugh Grant, con el que había mantenido una relación de 13 años. El protoganista de Love Actually la acompañaba a las revisiones ginecológicas, incluso acondicionó una habitación para el bebé en su domicilio y apadrinó al niño. El compromiso y la implicación del actor británico en la vida de ambos, ha hecho que Damian continúe a día de hoy llamándole cariñosamente 'tío Hugh'.

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Las dos victorias de Liz Hurley en los tribunales

Tras el nacimiento del bebé, Steve Bing accedió a hacerse una prueba de maternidad, no sin antes precisar que "ha sido su decisión ser madre soltera". La prueba de ADN confirmó que era el padre del niño y, según apuntaba la prensa por aquel entonces, habría ofrecido a Liz Hurley una importante cantidad de dinero en concepto de gastos de manutención del niño -aproximadamente unos 11.000 euros al menos-, cifra que, según se publicó, la actriz habría aceptado, aunque en una entrevista dejaba claro que criaría a su hijo de acuerdo a su nivel de ingresos. Aún así, Damian, al igual que su hermana Kira Kerkorian, fruto de la relación de Steve con la tenista Lisa Bonderes, son los herederos de la gran fortuna de su padre, valorada en aproximadamente 500 millones de dólares. Ha sido precisamente una herencia, la del padre del productor, Peter Bing, la causante del último enfrentamiento legal entre el productor y la actriz. Mientras que el magnate de Hollywood quería que sus hijos recibieran la parte que les correspondía del testamento de su abuelo, Hurley volvió a recurrir a los tribunales, que le dieron la razón. 

A pesar de todos los desencuentros y litigios, la británica siempre fue muy discreta a la hora de hablar de Steve: "No hablaría del padre de mi hijo de otra forma que con respeto", decía poco después de dar a luz. Tras su fallecimiento, ha admitido en un mensaje que ha compartido con sus seguidores que "a pesar de los duros momentos", tiene buenos recuerdos de él, a quien define como "un hombre bueno" y ha reconocido que hablaron por última vez cuando su hijo cumplió 18 años, es decir, el pasado mes de abril, ya que el año pasado habían retomado el contacto.