Es parte de la naturaleza de los gatos salir a explorar el mundo y pasar un tiempo a solas lejos de sus amos y después regresar a casa, prácticamente es parte de su rutina diaria. Sin embargo, cuando vives en un lugar de clima extremoso y muy frío como Siberia, Rusia, los rutinarios paseos para algunos felinos no terminan del todo bien. Tal es el caso de Dymka (que en ruso quiere decir Niebla), una gatita rusa que tras salir a dar un paseo por su vecindario, no logró regresar a casa debido al intenso frío del lugar. Afortunadamente, el animal fue rescatado y llevado al veterinario, donde finalmente descubrieron que sus cuatro patitas, sus orejas y parte de su cola estaban completamente congeladas, por lo que fue necesario intervenirla quirúrgicamente para retirárselas y así poder salvar su vida.
Para Sergei Gorshkov, el veterinario que atendió a Dymka, el caso de su paciente no es nuevo, pues en la región es común que sucedan este tipo de incidentes con animales caseros que escapan de casa para explorar a su alrededor. Sin embargo, el caso de la gatita en cuestión era aún más severo, pues necesitó la amputación de sus cuatro extremidades.
Afortunadamente, no todo estaba perdido para la pequeña de pelaje gris, pues su doctor ya había escuchado sobre el caso de otro felino, el cual era muy parecido al de Dymka. Fue así que se puso en contacto con investigadores de Universidad Politécnica de Tomsk para ver si era posible fabricar cuatro prótesis de titanio para que la Dymka pudiera volver a caminar. Fue así que comenzaron con los estudios pertinentes, tomándole algunas tomografías de tórax a la pequeña para conocer la situación de su fisionomía y la forma en la que podrían intervenir en su cuerpo, y así sustituir sus patas por las prótesis de forma exitosa.
El proceso fue largo, pues para que la gata pudiera recuperar la movilidad y hacer su vida como lo hacía antes de perder sus patas, la sometieron a una cirugía para insertarle la primera parte de la prótesis, la cual se introduce a través de la piel y va pegada al hueso que fue cortado durante la amputación. Se trata de una pieza recubierta de fosfato de calcio que servirá como soporte (o hueso artificial) para sus nuevas patitas. Una vez insertadas y fusionadas al animal, se atornillaron las prótesis, las cuales fueron hechas de titanio y con tecnología 3D, las cuales pueden quitarse y cambiarse cuando sea necesario. Y aunque todo el procedimiento duró más de siete meses, ha valido la pena, pues Dymka nuevamente puede correr, brincar y jugar como si nada le hubiera sucedido.
Ahora, la afortunada gatita puede jactarse de ser la segunda gatita en el mundo en haber tener unas patas de titanio. El pionero en este tipo de intervenciones fue Ginger, otro gatito que corrió con la misma suerte que Dymka y que gracias a esta tecnología pudo rehabilitarse y recuperar su vida.