Nueva Zelanda lo logró, ha dado de alta a su último paciente de COVID-19

Se ha anunciado que oficialmente no tienen ningún paciente internado y llevan cinco días sin casos nuevos

Por Carolina Soto

Las buenas nuevas en cuanto a la pandemia de coronavirus se trata tardaron en llegar, pero ya están aquí. A pesar de que la OMS todavía advierte del cuidado para evitar un segundo pico en esta primera ola, hay países que han logrado cruzar el puente. En este caso ha sido Nueva Zelanda, el cual ha dado de alta al último paciente que tenían internado por COVID-19, consiguiendo no tener un solo paciente hospitalizado y cinco días consecutivos sin un caso nuevo de contagio. Las cifras son alentadoras, sobre todo ante la difícil situación que todavía se vive en América.

MÁS NOTICIAS COMO ÉSTA

Por qué el coronavirus no ha golpeado a África como se esperaba

La estoica reacción de la Primer Ministro de Nueva Zelanda cuando comenzó a temblar mientras la entrevistaban

¿Cómo lo lograron? Según The Lancet, la estricta cuarentena que implementaron en el momento correcto fue clave para la contención del contagio. Nueva Zelanda tenía solamente 102 casos y ninguna muerte cuando Jacinda Ardern, la Primer Ministro del país, anunció el cierre total de la nación, lo que le provocó el reconocimiento internacional. A diferencia del modelo tradicional que se dedica a mitigar al virus, Nueva Zelanda fue por todo al buscar eliminarlo. Esto significa que en vez de retrasar el contagio, el propósito de este país fue acabar con él definitivamente y en estos momentos, parece que la batalla se ha ganado.

El Ministro de Salud anunció que por quinto día consecutivo no se han reportado nuevos casos de contagios en el país, mientras que se dio de alta del Hospital Middlemore en Auckland al último paciente que se tenía internado en tratamiento de COVID-19. Si esto ya se considera un logro enorme, sus cifras totales parecen ser de las más exitosas. 1,154 casos y solamente 21 muertes se registraron en una población de 4,886 millones de habitantes. Según el oficial de salud pública, el Dr. Ashley Bloomfield, el cierre de fronteras fue muy importante para mantener la infección fuera del país.

El país ha realizado 267,435 pruebas, además de desarrollar herramientas de monitoreo a través de una app, a través de la que se sabe que todavía hay 21 personas con casos activos, pero que no han necesitado hospitalización al tratarse de situaciones más sencillas.