En medio de la crisis alrededor del mundo por la nueva cepa de coronavirus, los resultados preliminares de una investigación llamada ‘SaniCOVID-19’, que analiza el impacto emocional frente al trabajo por la pandemia del Covid-19 en personal sanitario, que ha llevado a cabo el Laboratorio de Psicología del Trabajo y Estudios de Seguridad de la Universidad Complutense de España, ha causado gran conmoción. Ya que según resultados preliminares el 53% del personal médico presentan valores compatibles con estrés postraumático, un dato que sin duda, hasta cierto punto, es comprensible, pues han sido los sanitarios quienes en medio de esta constante lucha contra la pandemia, han estado en primera fila.
Continuando con los resultados de dicho estudio, otro dato poco alentador va en relación con el ‘burnout’ o agotamiento en el trabajo, pues el desgaste profesional que los empleados del sector salud han vivido en los últimos meses los han llevado a sentirse emocionalmente agotados, un dato que ha confirmado el 40% de ellos. Además, el estudio ha revelado que el 79.5 % de los empleados han presentado síntomas de ansiedad, de los cuales, al menos un 21,2 % son compatibles con un trastorno de ansiedad severo. Y no solo eso, pues dentro de las lamentables cifras, el 51,1% de los trabajadores médicos ha mostrado síntomas depresivos, de los cuales, el 5,6% son casos de depresión severa.
No obstante, uno de los datos más positivos del estudio, va en que más del 81,3% de los empleados del sector salud se sienten muy realizados con su profesión, es decir, a este porcentaje le gusta su profesión, y de este número mencionado, solo el 23,5% ha mostrado en algún momento de la crisis altos niveles de resiliencia. El 96% de los sanitarios analizados se encuentran en contacto directo con pacientes infectados de COVID-19, por lo que, el 66% de ellos considera que podría salir contagiados del virus. Más del 75% de los empleados viven con el temor de llevar el virus con sus familias, pues más del 41% de los empleados médicos ha confirmado que no han podido someterse a ningún tipo de prueba.
Estos resultados se han podido lograr gracias al estudio que el laboratorio realizó en 1,243 empleados del sector salud de diversos centros hospitalarios, siendo el 90% de ellos, profesionales médicos en la Comunidad de Madrid.