Médico relata la dura realidad que enfrentan en un hospital de Madrid por el coronavirus

Por hola.com

La pandemia de la nueva cepa llamada coronavirus SARS-CoV-2, que comenzó su brote en Wuhan, una de las ciudades más pobladas de China a finales del 2019, se ha ido expandiendo de forma inexorable por todo el mundo, convirtiendo a Italia y a España, en los dos países con mayor número de víctimas mortales alrededor del planeta. Hasta el momento, España tan solo ha registrado un poco más de 85 mil casos de contagio, y 7,340 ciudadanos fallecidos. El diagnóstico que cada día se multiplica en el país europeo, confirmó su primer caso de contagio el pasado 31 de enero, pero ha sido hasta marzo cuando ha presentado los momentos más críticos.

MÁS NOTICIAS CÓMO ÉSTA:

España registra otro día negro de fallecimientos

Sacerdote italiano con COVID-19 cede su respirador y salva la vida a un paciente más joven

Con un registro de hasta 838 fallecidos por día, España es el segundo país con un mayor número de pérdidas y afectaciones humanas; una crisis que sin duda se ha visto reflejada en los pasillos de los hospitales, como bien lo contó Ángel, un anestesista del Hospital Infanta Sofía, que abrió su corazón y reveló el duro momento que viven dentro de la clínica: “Lo más duro para los médicos en este momento es no poder abrazar a un paciente que se está muriendo solo, o tocarle la cara para consolar en un momento difícil, pero también tomar decisiones rápidas con los recursos disponibles o comunicar a un familiar por teléfono la muerte de su ser querido”, explicaba con los sentimientos a flor de piel durante una entrevista con la agencia EFE.

“Acabas de salir de una guardia de miles de horas, en las que apenas y has dormido, pero cuando llegas a casa e intentas relajarte, es imposible, pues tu cabeza da vueltas a todo lo que has pasado en la noche anterior”, conmocionado ángel continuó con su relato: “Es muy difícil desconectar, tenemos grupos de WhatsApp donde entre compañeros nos vamos actualizando”. El anestesista, quien no tiene hijos y su pareja también es médico, además contó que, lo primero que hace al llegar a casa, es llamar a sus padres y a sus personas más cercanas.

Con un número exagerado de pacientes, Ángel explicó cómo ha sido que ha cambiado la dinámica del hospital: “La organización de la clínica por plantas y especialidades no se parece en nada a como estamos acostumbrados”, comentaba conmocionado, para continuar diciendo: “Los anestesistas que cómo yo, normalmente trabajamos sobre todo en quirófanos y unidades de reanimación hemos pasado a la primera línea con los servicios de urgencias -quienes se merecen un aplauso-, en las UCI y en las zonas habilitadas para atender a los pacientes más graves”, continuaba narrando.

Los patólogos, como su pareja -que son los encargados de hacer citologías o biopsias de quirófanos-, se han asignado a los departamentos administrativos y son los principales responsables de apoyar en el soporte telefónico. Triste, pero necesariamente, se ha tenido que perder la rutina del trato humano, pero no solo con los pacientes aislados, sino como medida de prevención hasta entre compañeros. “En las zonas restringidas debes estar lo menos posible, no puedes tocar la mano para consolar a una persona, es duro, todos tenemos familiares mayores y te pones en sus zapatos”, explicaba Ángel: “De verdad, esto está siendo muy duro. Hay familiares a quienes se les ha dicho del fallecimiento de un ser querido por teléfono, imaginen, sin un beso de despedida”, afectado el anestesista contaba que solo espera que pronto se separen del plano emocional, puesto que, él y sus compañeros están muy impactados con lo que sucede.

¿Necesitaremos apoyo psicológico para superar el impacto del COVID-19 en nuestras vidas?, en medio de la entrevista, Ángel respondió de lo más conmovido: “Sí, y principalmente los médicos; la sobrecarga nos hace tomar decisiones que nunca hemos tomado antes; hay recomendaciones desde el punto de vista ético que otros pacientes, sin este estrés de capacidad asistencial, habrían tenido opciones de vivir; eso psicológicamente es muy complicado para mí, tenemos que reservar espacio de cuidados críticos para pacientes con más opciones", respondía conmocionado. Ángel finalizó la entrevista pidiendo a los ciudadanos que de corazón comprendan que están haciendo lo mejor posible con las opciones y recursos disponibles, algo que sin duda los ha llevado a enfrentarse al momento más duro de sus carreras.