Ana de Armas y Ben Affleck llevan mucho tiempo dedicándose al mundo de la interpretación, sin embargo, hasta ahora no habían coincidido en ningún proyecto cinematográfico juntos. A finales del pasado año comenzaron a rodar Deep water, cuyo reparto encabezan, y en las primeras imágenes que se vieron de ambos durante el rodaje ya quedó patente la excelente conexión que existe entre ellos. Su relación de compañeros parece haber traspasado el set de rodaje y se ha convertido en amistad fuera del trabajo. Aprovechando un parón en sus compromisos profesionales, han decidido descansar y reponer fuerzas para volver al trabajo con fuerza haciendo una escapada a La Habana (Cuba).
Durante la estancia, Ana ha ejercido de perfecta anfitriona con su amigo ya que ella nació y creció en Cuba, donde estuvo hasta los 18 años y donde vuelve siempre que tiene ocasión para pasar tiempo con sus allegados. La protagonista de Blond, donde da vida a Marilyn Monroe, Sin tiempo para morir -la última entrega de la saga Bond- o Blade Runner 2049, ha elaborado para Ben Affleck una ruta por La Habana que no solo incluye la visita a algunos puntos turísticos emblemáticos de la ciudad sino también un plan gastronómico. Los actores probaron la comida de La Corte del Príncipe, un restaurante del distrito de Playa, en el oeste de la capital, especializado en comida italiana. En este local se fotografiaron muy sonrientes con uno de los camareros. Además, en otro de los lugares que eligieron para comer también se hicieron un selfie con sus fans.
Se espera que tras este viaje ambos retomen sus compromisos profesionales, en los que quizá vuelvan a coincidir. De momento, la película que han hecho juntos se encuentra en proceso de post-producción, así que habrá que esperar aún unos meses para ver en la gran pantalla este thriller erótico dirigido por de Adrian Lyne y con un guión basado en la novela Mar de fondo, de Patricia Highsmith. La trama de la película, que ha tenido localizaciones en Nueva Orleans, donde fueron fotografiados muy cómplices y sonrientes, gira en torno a Melinda y Vic Van Allen, un matrimonio interpretado por Ana y Ben en el que el amor es inexistente pero siguen juntos porque tienen sus propias reglas con las que ambos están de acuerdo. Sin embargo, todo cambia cuando el marido se convierte en el sospechoso de la desaparición de los amantes de su esposa.
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Tras una etapa marcada por la adicción al alcohol, Ben Affleck ha recuperado el timón de su vida y ha empezado a escribir un nuevo capítulo en el que el trabajo y la familia son su motor. Para decir adiós al pasado y centrarse en el presente y el futuro, el actor cuenta con el completo apoyo de las personas que le quieren, incluida su exmujer y madre de sus tres hijos, Jennifer Garner, quien ha seguido siendo un bastón en el que apoyarse a pesar de que ya no son pareja. La actriz ha estado a su lado incondicionalmente y en una sincera entrevista concedida a New York Times, el protagonista de Argo confesaba estar arrepentido de haberse divorciado.
Por su parte, Ana de Armas no deja de encadenar exitosos proyectos en la meca del cine, donde se ha convertido en unas de las actrices del momento e incluso ha estado nominada en la última edición de los Globos de Oro. Sin embargo, recientemente confesaba a la edición americana de Vanity Fair que hay cosas de Hollywood con las que no se siente del todo cómoda. "Tengo grandes amigos, y aquí me han sucedido cosas increíbles, pero el estilo de vida, la exposición y las situaciones comerciales constantes no son para mí", comentaba, añadiendo que ahora pasa cada vez más temporadas en su Cuba natal. Además, recientemente hacía una escapada a Madrid, donde guarda excelentes recuerdos y bonitas amistades como la que mantiene con Elena Furiase, a la que conoció rodando El Internado.
