Dagmar Turner entró al quirófano con una sola idea en la mente: salir sana y salva de la operación en la que le extirparían un tumor en el cerebro y al mismo tiempo conservar sus habilidades para tocar el violín prácticamente intactas. Es por eso que, depositando toda su fe en los médicos, se sometió a una técnica muy específica que a simple vista parece muy riesgosa, pero que al mismo tiempo tiene altas probabilidades de que sea exitosa.
Temerosa de que sus capacidades musicales se vieran comprometidas tras su operación, Dagmar Turner, de 53 años, acordó con sus médicos que sería devuelta a la consciencia a la mitad de la intervención, para que ella tocara el violín mientras le extirpaban el tumor, e identificar las áreas del cerebro que se activaban durante su proceso artístico y así evitar dañarlas. La operación quedó registrada en un video en el que se puede observar como la violinista de Orquesta Sinfónica de la Isla de Wight tocó su instrumento con mucha precisión, mientras sus doctores trabajaban en su cerebro.
“Conocíamos la importancia del violín para Dagmar, de modo que era vital conservar la función de las áreas delicadas de su cerebro que le permitían tocar”, dijo el profesor Keyoumars Ashkan, el neurocirujano a cargo de la complicada operación, en un comunicado publicado por el hospital.
“Pudimos extirpar el 90% del tumor, incluidos los focos sospechosos de actividad agresiva, y a la vez conservar plenamente la función de su mano izquierda”, agregó. Otro factor importante dentro de todo el proceso al que se sometió Tuner, fue que el médico a cargo también es músico, por lo que entendía a la perfección las preocupaciones de su paciente.
La operación resultó ser todo un éxito y Dagmar regresó a casa tres días después de su cirugía y confiada en que pronto podrá regresar a la orquesta. “El violín es mi pasión. Lo he tocado desde que tenía 10 años. La idea de perder la capacidad de hacerlo era angustiante.
Dagmar se mostró agradecida con sus médicos por haberla ayudado a recuperar su salud, sin poner en riesgo sus capacidades. “Él y el equipo de King's hicieron todo lo posible para planificar la operación, desde mapear mi cerebro hasta planear la posición en la que necesitaba estar para tocar. Gracias a ellos espero volver con mi orquesta muy pronto", dijo.