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Justin Bieber y Hailey Baldwin celebraron su boda el pasado octubre en el resort Montage Palmetto Bluff en Bluffton, en Carolina del Sur, después de haberse casado en una ceremonia civil en septiembre de 2018. La pareja, que se conoce desde la adolescencia y que ha atravesado varios altibajos en los últimos años, está muy enamorada. Pero hace unos días, el cantante visitó el plató de Ellen DeGeneres para compartir algunos de sus pensamientos más íntimos y confesar cómo se había sentido con el compromiso. "Estaba extremadamente nervioso", relataba el joven a la presentadora tras la pregunta sobre su matrimonio. "En el pasado, cuando hablamos de ello, ya sabes, sobre yo haciéndole la pregunta, sentía que ella diría que sí. Así que, no estaba realmente nervioso por su respuesta. Lo estaba más por pensar cosas como: '¿Soy capaz de comprometerme? ¿Y de cumplir esta relación como un hombre honrado?'", explicaba.
Bieber mantuvo una relación con Selena Gómez y su comportamiento machista con las mujeres ha sido muy criticado en varias ocasiones. Aunque él ha pedido disculpas públicamente muchas veces, no resulta difícil que muchos dudaran de que el artista y la modelo no tuvieran ningún futuro. Parece que desde que mantiene esta última relación, el cantante ha encaminado su vida y está muy enamorado. "Es un compromiso serio cuando dices que vas a amar a alguien en la salud y en la enfermedad y ser fiel. Es un gran paso, pero pensaba: '¿Puedo hacer esto?'. Creo que eso es contra lo que verdaderamente estaba luchando", relataba a DeGeneres. Además, su quinto álbum de estudio llamado Changes saldrá a la venta el próximo 14 de febrero y ya está disponible la docuserie sobre su vida en Youtube, Justin Bieber: Seasons, en la que su mujer cuenta también lo primero que hizo cuando él le pidió la mano.
Aunque todo el mundo daba su opinión sobre el tema, las únicas personas que podían cambiar el rumbo de esta relación eran los padres de ella. De lo que pensaran dependía si Hailey seguía hacia delante o cancelaba todo por completo. Por eso antes de cualquier cosa, la joven modelo los llamó por teléfono. "Todo pasó muy rápido, pero lo cierto es que él y yo nos conocíamos desde hace tanto tiempo que por esa parte no nos daba ningún miedo casarnos", confiesa ella en un episodio de la docuserie. "Lo que sí recuerdo es llamar a mis padres para contárselo. Les dije que ese era el momento de que me pararan los pies y me impidieran hacer algo que ellos consideraran una mala idea. Porque yo sabía en el fondo de mi corazón que esto es lo que quería, pero también necesitaba saber su opinión. Así que les pedí que se relajaran y que pensaran sobre ello durante una semana o así y que me contaran cómo lo veían", confiesa ella. Pero lo cierto es que esta historia de amor estaba predestinada a acabar bien: "Me dijeron que creían de verdad que estaba en nuestro destino que Justin y yo acabáramos juntos y que si era lo que yo quería, confiaban en mí".
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