Marisa Jara ha vuelto a demostrar que es todo un ejemplo de superación. A mediados de octubre recibió el alta hospitalaria tras ser intervenida de un tumor en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, donde el día 9 fue operada de urgencia. Una vez pasado el gran susto, y ya en casa, la modelo sigue con su recuperación y, sin complejos, ha vuelto a mostrar las secuelas de su paso por quirófano en sus redes sociales donde de forma puntual ha ido informando a sus incondicionales de su recuperación.
“Quería enseñaros cómo quedó mi cicatriz después de unas semanas de la intervención. La verdad es que estoy muy contenta porque lo más importante es que estoy aquí y me siento feliz. Y la cicatriz son señales de guerrera. Pero si el @drjorgeplanas me la puede disimular un poquito pues mejor. Un beso enorme para todos”, ha escrito Marisa en su perfil de Instagram junto con una impactante instantánea en la que se ve en primer plano la marca de su operación en medio de su abdomen.
Pese a no importarle la estética, ha querido ponerse en manos del prestigioso cirujano plástico Jorge Planas y horas antes de enseñar el aspecto presenta su barriga, ha publicado otra foto de su visita al afamado facultativo. “Hoy he visitado a mi gran amigo y médico de confianza @drjorgeplanas en la @clinicaplanas para enseñarle la cicatriz de mi operación y hace un tratamiento láser en breve para poder disimularla. Ya os iré contando los resultados”, escribía junto a una fotografía con el médico.
Siempre sincera y demostrando una gran fuerza interior, la ex de Joaquín Cortés concedía recientemente una entrevista a la revista Lecturas que: “En una revisión rutinaria no me lo habrían visto. Querer ser madre me ha salvado la vida. Me dicen que, normalmente, cuando la gente va al médico es porque el tumor crece tanto que se hincha mucho el estómago. Ahí no hay nada que hacer”, explicó. Fue cuando se estaba realizando unas pruebas ginecológicas cuando los médicos detectaron el tumor en el estómago, que finalmente fue extirpado y que se llevó consigo parte del colon. En concreto fue intervenida de un liposarcoma NEOM peritoneal. “El oncólogo me ha dicho que he vuelto a nacer. Si no me lo hubieran quitado tan pronto no lo habría contado porque se extiende muy rápido por el cuerpo”. También desveló que “el tumor que me han quitado es muy malo. Me han dicho que, de momento, no me van a dará tratamiento, pero se puede reproducir en otra parte del cuerpo. Cada cuatro meses tengo que hacer las pruebas”.
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Aunque se detectó casi por casualidad, su diagnóstico ha hecho que salvara su vida, pese a haber tirado por tierra sus planes de ser madre, al menos por el momento, hasta que el cáncer esté controlado y “no se me reproduzca”. Marisa se estaba preparando para ser madre soltera, aunque ahora no descarta hacerlo con su pareja, Gabriel. No es la primera vez que Marisa Jara habla alto y claro sobre sus problemas de salud y los reveses de la vida. En 2017 publicó La talla o la vida, donde contaba su dura batalla contra la bulimia.
