Berrinche nivel: A sus 12 años, tomó la tarjeta de crédito de su mamá y huyó de casa… hacia Bali

Por Brenda Molina

Parece que todo niño alrededor del mundo ha dicho alguna vez a sus padres “¡pues me voy de casa!” durante una pelea, la diferencia es que este pequeño de 12 años la cumplió y lo hizo a niveles inimaginables, pues logró salir de Australia y llegar hasta Bali sin que nadie se lo impidiera. Afortunadamente, su aventura no tuvo otra consecuencia más que un gran castigo y ahora él y su madre han contado la anécdota en televisión local.

Aunque ambos prefirieron mantener el anonimato, “Drew”, como lo han identificado los medios en Sídney, narró paso a paso cómo le hizo para llegar al paradisiaco destino de una manera relativamente sencilla. Al parecer, tras discutir con sus papás, decidió tomar la tarjeta de crédito de su madre y comprar un boleto para Bali, primer paso para comenzar su travesía.

Después, pidió a su abuela que le dejara ver su pasaporte, a lo que ella accedió inocentemente sin pedírselo de regreso para volverlo a guardar, empacó en su mochila un poco de ropa y, como todos los días, salió de casa como si fuera a la escuela, sólo que ese día tomó el tren hacia el aeropuerto. Ahí, todo fue muy sencillo, pues existen muchas aerolíneas que permiten que menores vuelen sin necesidad de un permiso firmado, así que nadie le preguntó nada.

“Sólo me pidieron mi credencial de estudiante y mi pasaporte para comprobar que tengo 12 años”, contó al programa A Current Affair el chico quien, horas después, se encontraba en uno de los destinos turísticos más populares del mundo en donde, claro, también tenía una reservación en el All Seasons Hotel. Así como no tuvo problemas para viajar, al llegar a pedir su habitación lo único que dijo fue que su hermana mayor llegaría pronto y así, le entregaron el cuarto sin problemas.

Luego de nueve días de vacaciones para él, y de gran angustia para sus padres, el niño fue localizado por la policía australiana gracias a un video que él publicó en sus redes sociales jugando en la alberca. Por supuesto, sus papás no podían dar crédito que “Drew” hubiera llegado tan lejos y, tras el alivio de saber que estaba bien, llegó el regaño y la reprimenda que, aunque no fue revelada, seguro fue bastante grande, ¿no crees?