Mientras tú disfrutas de unos días de descanso, las autoridades de la Ciudad de México tuvieron un martes bastante agitado luego de que varios vecinos de Lomas de Chapultepec reportaran la presencia de un mono capuchino en los árboles de la zona. Desde las ocho de la mañana, bomberos, policías y veterinarios del Zoológico acudieron al lugar y tras localizar al escurridizo animal, comenzaron los fallidos intentos por capturarlo.
Por supuesto, esto no pasa a diario, por lo que el caso atrajo a curiosos y a la prensa, quienes siguieron minuto a minuto la complicada persecución en la que, mientras los oficiales y bomberos se ayudaban de escaleras para llegar a la copa de los árboles, el asustado animalito se movía rápidamente de uno a otro sin dar oportunidad de que alguien se le acercara. Así transcurrieron un par de horas hasta que el pequeño encontró refugio en una de las residencias de la Embajada de Estados Unidos, lo que dificultó todavía más historia.
De acuerdo con varios medios, los veterinarios alcanzaron a disparar el dardo tranquilizador, sin embargo, parece que la dosis suministrada no fue la adecuada, pues el travieso monito siguió corriendo hasta desaparecer de la vista de todos los que estaban ahí. Y por si eso no fuera suficiente para complicar todo, los bomberos tuvieron que cerrar la zona para que no pasaran vehículos, lo que hizo enojar a la gente que transitaba y que, molesta, comenzó a usar su claxon, algo que espantó todavía más al mamífero.
Tras varios minutos, los elementos de la policía pudieron entrar al lugar, pero sin suerte, pues no lo hallaron, por lo que decidieron retirarse y continuar la búsqueda hoy, cuando tal vez el mono esté mucho más tranquilo y de nueva cuenta se deje ver por alguien. Eso sí, parece que el animalito no pasó hambre pues, según contaron varias personas en Twitter, una señora que vendía tamales le alcanzó a dar un bolillo antes de que comenzara todo el barullo que, tal vez, tendrá pronto un nuevo capítulo.