Rondan los 20, son artistas de éxito y, lo mejor de todo, están enamorados. Solo hay que echarle un vistazo a estas imágenes para ver que Justin Bieber y Selena Gomez están viviendo un momento mágico tras haber retomado su relación el verano pasado. A pesar de los reveses de la vida- como la enfermedad que sufre la polifacética actriz y cantante-, la pareja ha disfrutado de unos días de relax y diversión en Jamaica con motivo de la boda de Jeremy Bieber, padre del cantante canadiense, este martes.
Terminada la celebración los invitados quisieron aprovechar el paradisiaco paisaje que les rodeaba y pudimos ver a Justin y Selena de lo más acaramelados, fundiéndose en besos y abrazos, mientras tomaban el sol y se refrescaban en la piscina. Mostraron una actitud cómplice que incluso llamó la atención de turistas que se encontraban en la zona y les captaron "sin querer". En cambio, ninguno de los dos se ha pronunciado en sus redes sociales sobre el viaje. Mientras la cantante de The Heart Wants What It Wants lleva sin publicar nada desde principios de mes, él ha mantenido su actividad pero sin dar ninguna pista sobre su paradero. A pesar de eso, sus fans fueron los primeros en darse cuenta de que la pareja se encontraba en Jamaica para el enlace.
Se desplazaron en avión privado hasta el país caribeño después de que Justin recogiera a Selena en Texas y fueron testigos de lujo del enlace, en el que se demostró que, a pesar de que la madre de la cantante no aprueba su relación, la familia de él sí lo hace. La protagonista de Spring Breakers lució un vestido cruzado de color rosa con flores- un truco que aprovecha a menudo-, que se correspondía con los tonos que decoraban la boda. El intérprete de Sorry, que formó parte de la ceremonia como padrino, vestía camisa blanca de manga corta, con sus tatuajes visibles, y pantalones de color coral flúor. Juntos bailaron, rieron y disfrutaron de la fiesta, posando para las fotos familiares que algunos de los invitados publicaron incluso en sus redes sociales. Se comportaron como unos enamorados cualesquiera y, sobre todo, felices.
Justin y Selena siguen siendo una de las parejas más buscadas del star system, a pesar de los años que han pasado, en cambio consiguen disfrutar de su tiempo juntos de la manera más privada posible: celebraron San Valentín en la Iglesia a la que acuden desde finales de verano y más tarde disfrutaron de una estancia en un conocido resort de Beverly Hills. Habían pasado varias semanas separados después de que Selena ingresara en un centro de rehabilitación por su lucha contra la ansiedad y la depresión, y los rumores volaron para afirmar que su relación se había enfriado. Nada más lejos de la realidad según estas imágenes, pero los más de 200 millones de usuarios que siguen a sus dos cuentas de Instagram siguen esperando que confirmen su amor à la millennial: a través de las redes sociales.
